Chadwick Boseman

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Llegué a casa después de una gira de entrevistas y ese tipo de cosas que duró tres largos meses, ya eran casi las tres de la mañana cuando entré a mi casa.

Caminaba por la oscuridad del lugar intentando no hacer tanto ruido para no asustar a mi prometida que de seguro estaba dormida.
Llegué arriba haciendo el mayor silencio posible, me cambié por mi pijama, que consistía en un pantalón suelto y me acosté al lado de ______, moría por abrazarla pero temía despertarla así que no lo hice.

A la mañana siguiente cuando desperté ella no estaba a mi lado, no me sorprendió eso ya que ella siempre solía despertar primero que yo.
Después de ir al baño bajé a desayunar... Ahí estaba, de espaldas, me acerqué sin que me viera para abrazarla, pero al hacerlo noté algo diferente.

—¿Amor? —Pregunté, ya casi sabiendo que pasaba.

______ se dio la vuelta para plantar un beso en mis labios, la abracé fuertemente. La había extrañado y además esto era una sorpresa.

—Estoy embarazada —murmuró.

La escuché sollozar y a ambos se nos empezaron a caer las lágrimas.

—¿Por qué no me lo dijiste? —pregunté al separarnos, mientras acariciaba su, ya algo visible, vientre.

—Quería que fuera una sorpresa —susurró mordiendo su labio con una sonrisa.

Besé su frente, y la abracé de nuevo. La felicidad no cabía en mí.

—¿Cuando lo supiste? —pregunté.

Estábamos en la cama, eran las seis de la tarde y llovía torrencialmente. Estaba perfecto.

—Dos semanas después de que te fuiste... No se lo conté a nadie, eres el primero después de tres largos meses —rio.

Acariciaba su vientre, mientras la llenaba de tiernos besos en su cara y cuello, su mano tomó la mía, enlazó nuestros dedos y me besó.

—Te amo, Boseman Chadwick —susurró.

—Y yo te amo más.

Tenerla conmigo, saber que ahora tendremos un hijo o hija juntos, poder abrazarla. Nunca me había sentido tan afortunado.

Tres meses después...

—Chadwick, amor, ¿Podrías comprar pizza?

Me removí un poco al escuchar la voz de _____, tenía cinco meses de embarazo y unos antojos de muerte, los horarios de estos eran de muerte.

—Creo que hay en la heladera —murmuré.

La sentí levantarse, tomé su muñeca para que no lo hiciera.

—Yo lo hago, tu tranquila —susurré dormido.

Besé su frente y fui a buscar la comida.

A pesar de que era algo difícil el hecho del embarazo, tanto para ella como para mí (que estaba todo el día pendiente y preocupado).

En las mañanas verla recién despierta me hace sentir bien y en calma, ya que a veces pienso que esto es un sueño y que nunca pasó.

—¡CHADWICK! —la oí gritar desde la cocina.

Corrí hacía allí y me llevé el susto de mi vida cuando la vi agarrando su vientre, en su rostro una expresión de dolor.

—¡CHADWICK, AYÚDAME! —Volvió a gritar.

Tan rápido como pude reaccionar la llevé al hospital, allí la atendieron rápidamente.

—Diganme que le pasa a mi esposa —exigí ya cansado.

Habían pasado cinco horas y nadie me informaba nada, me estaba desesperando.

Pasaron otras dos horas de sufrimiento, en las cuales casi me desmayo, hasta que un doctor se acercó a mi.

—Señor Boseman, su señora está bien, en cuanto a su hija, nació prematura y está en neo, pero se encuentra fuera de peligro —sonrió.

Mi alma volvió a mi cuerpo.

—¿Puedo ver a ____? —pregunté angustiado.

—Claro, venga —asintió.

Me llevó hasta la habitación de ella y al entrar mis lágrimas salieron.

Años después...

—Chadwick, basta —reí

—No pasa nada, amor... Miley está dormida y también lo está Shawn, todos está bien —susurró sobre mi cuello.

Amaba a este hombre con toda mi vida, nos casamos y cuando Miley tenía tres tuvimos a Shawn.

No podía ser más feliz. Esto era hermoso y era todo lo que quería.



Puse esos nombres ya que estoy viendo los grammys y bueno pintó jsjsjs

Marvel One-ShootsWhere stories live. Discover now