24

338 46 13
                                    

*Conway*

Pisé al máximo el acelerador, importándome una mierda si atropellaba a alguien. Estaba confuso, tenía muchas dudas, pero lo único que necesitaba era ir con mi pequeño, ponerlo a salvo, y ese grito, no me convenció mucho de esto.

Llegué a casa, entrando rápidamente, dirigiéndome por instinto a nuestra habitación. La puerta estaba con pestillo, por lo que utilicé la llave, sí, aparte de pestillo había cerradura en la puerta de nuestra habitación.

-GUSTABO CARIÑO!  -Al entrar me paralicé, quedándome en shock

-P-Pogo me...merece m-mo-morir... -La sangre salía sin parar de su muñeca.

Sin más tiempo que perder, le cogí rápidamente con un brazo, mientras que presionaba en el corte para intentar evitar que la sangre saliese

-No te duermas mi amor -Dije, con lágrimas cayendo de mis ojos sin parar

-P-Pogo malo?

-No cielo, Pogo bueno. -No entendía de qué hablaba, pero lo único que quería es que se sintiese mejor. -Pogo muy bueno, hiciste lo correcto. -Le sonreí tristemente, recordando el cuerpo sin vida repleto de sangre de aquel hombre. -Te hizo algo?

-Ese ex-extraño que...quería sobrepa..sarse con G-Gustabo p-pero Po-Pogo no le d-dejó

-Quién es Pogo cielo?

-Y-Yo soy P-Pogo

-Vale... Lo importante ahora es que no te duermas vale? -Dije, entrando al coche sin dejar de presionar el corte. Él asintió. -Te vas a poner bien, te lo prometo

Con algo de dificultad, comencé a conducir con una mano, viendo que se me hacía difícil, y no quería tener otro accidente, aparqué y hablé

-Pogo cielo tienes que presionar fuerte aquí un momento para que yo pueda conducir. -Dije, señalando con mi mano libre su muñeca. Él asintió.

Quité la mano, la sangre seguía saliendo, pero en menos cantidad,  aunque eso no quitaba mi preocupación, había perdido muchísima sangre, demasiada, era un milagro que aun se mantuviese despierto, y esto me extrañó bastante.

Rápidamente, puso su mano en la herida, haciendo fuerza

-Así es, muy bien. -Rápidamente, volví a conducir, esta vez mucho más rápido.

Vi por el rabillo del ojo como Gustabo, bueno, Pogo, se iba durmiendo, y la presión en su muñeca ya no estaba.

En un giro brusco, la mano del rubio, sin querer, abrió un poco la herida, haciendo que la sangre brotara de nuevo

-Pogo no te duermas, no te puedes dormir! -Agradecí haber llegado en ese momento al Hospital.

Aparqué en la puerta, y salí con rapidez, cogiéndolo como antes

-UN MÉDICO YA! SALVENLE LA VIDA O YO TERMINARÉ CON LA VUESTRA! -Dije, o más bien grité exaltado en la entrada del Hospital.

Rápidamente, unos médicos vinieron con una camilla, quitándomelo de las manos y poniéndolo sobre esta.

Les seguí hasta que le metieron en una sala, negándome el paso. Cabreado, pero más preocupado y con miedo que cualquier otra cosa, saqué mi porra, dispuesto a pegarle una paliza a cualquiera que me negase entrar a ver a mi rubito. Pero unas manos esposándome me lo impidieron

-QUÉ COÑO HACEIS BANDA DE ANORMALES!

-Tranquilízate Conway, pase lo que le pase a Gustabo los médicos le van a salvar, no tienes porqué preocuparte, ahora cuéntanos qué ha pasado

𝑼𝒏𝒂 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒂 𝒐𝒑𝒐𝒓𝒕𝒖𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅 - (𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒂𝒃𝒐)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora