Despedida... Por el Momento

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Despertó despacio al mismo tiempo que se giraba en esa cómoda cama, realmente no quería levantarse, pero sabía que pronto llegarían por ella. Morgiana se levantó con cuidado para encontrarse con una doncella del palacio.

- Buenos días señorita – reverenciando – el cuarto príncipe me envió a ayudarla

- Buenos días – respondió la fanalis sonrojada – no es necesario, no quiero ser una molestia

- Al contrario – sonrió la mujer – su baño y ropa están listos

Morgiana solo asintió, su sorpresa fue grande al ver lo enorme que era el baño, por lo que salió de su asombro para asearse. Una vez lista, encontró un vestido propio del imperio y que la doncella le ayudo a ponerse. Un gesto de sorpresa se dibujó en su rostro al verse como toda una princesa

- Se ve muy bien señorita – sonrió la mujer – el príncipe quedara encantado

- ¿D-de verdad? – sonrojada y la mujer asintió

- ¿Nos vamos?

La fanalis asintió y ambas salieron con rumbo al comedor cuando se encontraron con Judal y Juba

- Oh... es la chica rápida – sonrió Judal – ¿y el chibi y el unicornio?

- Volvieron a la posada – respondió seria - ¿y ese bebé? – viendo a Juba quien la miraba curioso

- Ah, este es mi hijo, Juba. En fin, te veré en el desayuno o Hakuryuu pensara que te hice algo

La joven no alcanzo a responder cuando el magi y el pequeño pasaron frente a ella pudo notar dos aromas: el magi oscuro olía a una mezcla de algo amargo que se volvía dulce. Mientras que el pequeño olía a uva y durazno, no dejaba de verla para luego darle una sonrisa

- Juba-dono es desconfiado, pero son pocas personas a quienes les sonríe

- Ha-Hakuryuu-san – sonrojada – buenos días

Pero el cuarto príncipe no dijo al ver a la joven usando el vestido que le dio. La joven al notarlo, bajo su mirada avergonzada

- ¿M-me veo mal?

- No... - sonrojado – te ves hermosa

Morgiana alzo su mirada ilusionada, mientras Hakuryuu seguía avergonzado, pero le dio una tierna sonrisa que la fanalis le respondió, apenas se iban a decir algo más cuando

- Hakuryuu – el mencionado se sorprendió – mi pequeño, ¿no vas a saludar?

La pelirroja noto a una mujer con una "dulce" sonrisa, mientras que Hakuryuu apretaba sus puños con fuerza; la joven se puso a un lado del azabache y darle una reverencia a la mujer.

- Perdone, Hakuryuu-san y yo nos vamos a desayunar – el mencionado reacciono – si nos disculpa, que tenga un buen día.

La joven reverencio para tomar de la mano al joven y alejarse de la mujer, quien solo ensancho su sonrisa. Por su parte y sin que ninguno se diera cuenta, las manos de Hakuryuu y Morgiana se entrelazaron hasta que un aroma suave hizo que la fanalis se detuviera.

- ¿Qué pasa? – pregunto el varón

- Ese aroma – comenzando a caminar hasta que llego a un árbol – huele como al hijo del magi

- Bueno, este es el árbol favorito de Judal-dono – respondió el joven – le encanta comer duraznos o estar bajo su sombra con Juba-dono

Te Amo a Mí ManeraWhere stories live. Discover now