Te Amo a Mí Manera

El Día Llego (1 era parte)

Dos días antes...

El viento mecía su cabello suavemente, al mismo tiempo que miraba sobre la barandilla del barco, como se abría paso en el profundo océano. Dio un suspiro, alzo su vista al horizonte, el cielo claro como el agua adornada con alguna nube.

Otro suspiro, cuando escucho su escandalosa risa, al mismo tiempo que los recuerdos golpearon su cabeza

- Estoy... enamorado de ti, Morgiana

Lo dijo con la sonrisa más sincera y dulce que había visto, con la esperanza de ser correspondido

- Las amo chicas

Lo dijo con la sonrisa del típico pervertido dándose aires de grandeza

- Eres una mujer maravillosa. Eres fuerte, amable y hermosa

Sus ojos reflejaban la sinceridad de cómo me veía

- Ustedes son preciosas

Los suyos no reflejaban nada, una vez me alabo por como bailaba y como me veía

- Por eso... quiero que seas mi mujer

- Hakuryu-san... ¿Qué te ocurre?

- ¡Lo digo en serio!... desde ese día...

Sus palabras y sus labios fueron tan honestos... como esa mirada tan triste que me diste junto con la promesa que me hiciste de volver a pedir mi mano

- Mis reinas

Sé que no lo decía en serio... ¿o sí?

Cerro su puño mismo que acerco a su pecho, justo sobre corazón, al mismo tiempo que cerraba sus ojos; trataba por retener la imagen de Alibaba, pero poco a poco se desvanecía al mismo tiempo que otra figura se iba formando: la dulce sonrisa de un azabache con una cicatriz en su rostro.

Abrió sus ojos de golpe, trato de negar con su cabeza hasta que una pesada pero suave mano toco su hombro. La pelirroja alzo su vista para toparse con la amable sonrisa de Hinahoho. Al poco tiempo ambos tenían su vista en el mar, el gigante esperaba a que la joven hablara y ella lo sabía pero no sabía cómo iniciar la conversación, hasta que el mayor rió llamando su atención

- ¿Qué pasa?

- Ayer me mandaron llamar de la zona rosa de Sindria - la joven bajo su mirada - me dijeron que Sharkkan y Alibaba, pues... ¿Cómo decirlo?

- Jum...

- En fin, el caso es que los pobres se quedaron traumados después de las "bellezas" que los acompañaron - empezando a reír

- Señor Hinahoho

- ¿Si?

La joven de la nada, le hablo al gigante de la confesión de Hakuryu y lo que realmente paso en el bar. Hinahoho no pudo evitar reír, suponía que Yamuraiha era capaz de eso y más, pero con respecto a lo que Morgiana le contó

- ¿Y bueno?, ¿Qué es lo que sientes ahora?

- ¿Qué?

- Si, imagino que en el momento en que el cuarto príncipe te dijo sus sentimientos, lo rechazaste, ¿o me equivoco? - la joven negó - bueno, si el ver a Alibaba en esa situación en el ver, te ayudo a aclarar tu mente, ¿Qué sientes ahora?, pero más importante, ¿Qué harás si el príncipe cumple su promesa?

- Yo...

- Si aún no lo sabes, aun tienes tiempo de pensarlo. Solo te aconsejo que no aceptes al príncipe por despecho a Alibaba