Te Amo a Mí Manera

Fuegos Artificiales

Apenas el asistente de la octava princesa se retiro

- Su atención, por favor - hablo Kougyoku - espero que hayan disfrutado de esta deliciosa cena, ahora, ¿podrían ser tan amables en acompañarme?, gracias.

- ¿Sabes para que Judal?

- No - sonrió el magi - pero será int... ¡oye!

Sin darse cuenta, Sinbad ya lo había sujetado de la mano, mientras Juba se aferraba más al peli morado, aun asustado por ver a tanta gente

- Judal

- ¿Qué? - al ver a su bebé - es normal, Juba no está muy acostumbrado a estar en lugares con mucha gente, pero...

- ¿Si?

- Nada

Judal no quiso decirle a Sinbad, que en comparación cuando madre e hijo llegaron a la fiesta, Juba estaba más tenso, pero ahora que era cargado por el oji dorado, el pequeño se veía más seguro. Dio un suspiro y el mismo magi se calmó para comenzar a caminar lado a lado junto al peli morado, dibujando una sonrisa en el mayor.

Detrás de ellos, los Ocho Generales seguían a la familia; unos aun incrédulos pero Hinahoho, Drakon y Yamuraiha, iban con una sonrisa al mismo tiempo que la maga continuaba derramando el líquido y pronunciando el hechizo para tener a raya a los de Al Thamen. Con los otros príncipes

- Oye, Mei-ni, ¿sabes a dónde vamos?

- No lo sé, Kougyoku no dejo que nadie la ayudara. Salvo su asistente, Indra-san y dicen que incluso Judal y el pequeño

- Oh... - sonriendo - bueno, si se asesoró con el invitado de En-ni, veamos que planeo

Los invitados también tenían la intriga que era lo que la princesa tenía planeado, olvidándose casi por completo del cumpleañero y el doncel que se atrevió a alzarle la voz. Por su parte, Koubun Ka, le ordenaba a los criados como acomodar las cosas, justo a tiempo cuando los príncipes y compañía llegaron.

- Justo a tiempo, princesa - reverenciándola - ya todo está listo

- Bien - sonriendo - ¡su atención por favor! - la gente ve a la joven - ¡a nombre de mi hermano! - alzando los brazos - ¡disfruten de este espectáculo!

Dicho eso, se escucharon silbidos al mismo tiempo que se veían chispas elevarse al cielo, donde terminaban en los habituales sonidos de explosión. Esto llamo la atención de la gente al mismo tiempo que quedaban asombrados y fascinados.

Kouen seguía en guardia al escucha las explosiones pensando que alguien los atacaba. Pero cuando Indra las vio, se acercó al balcón

- Aléjate de...

- Tranquilo - sujetando su mano - mira - señalando el cielo

Al verlos, Kouen se sorprendió al ver las "flores de fuego" iluminando el cielo de diversos colores, al mismo tiempo que escuchaba los chillidos de las pirotecnias al momento de ser lanzados. El pelirrojo se acercó al balcón, sin quitar su vista del cielo.

- ¿También hacían esto en tu aldea?

- Si... cuando alguien cumplía años o en alguna otra festividad

Indra bajo su mirada, al mismo tiempo que apretaba sus puños, mismos que comenzaron a recibir las lágrimas del doncel. Kouen al verlo, suelta un suspiro, para sujetar las manos del doncel con las propias.

- Lo siento - se disculpó el doncel

- Indra - tomando el mentón del joven, alzando su rostro - solo quiero que sepas... que no puedo dejarte ir, no podría... pero porque te quiero, deseo verte feliz, y me encargare completamente de ello