Regalo Sorpresa (1era. Parte)

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El tiempo corría lento, al mismo tiempo que sus cuerpos se iban pegando más. Dejo de sentir los tirones en su ropa, en su lugar, esas mismas pequeñas manos se posaron sobre su nuca atrayéndolo más. Por supuesto, Kouen no se quedó atrás, rodeo más al azabache con sus brazos, como si quisiera fundir sus cuerpos. Rompió el beso por un momento, ambos se miran por un momento

- ¿Qué haces?

Pero Kouen no responde, solo termina de limpiar el maquillaje sobre el cuello y hombros del menor, quien quiere reclamarle

- Indra...

- Kouen-sama - apareció Kokuton - joven Indra

- ¿QUÉ QUIERES? - pregunto molesto asustando a su general, pero un leve apretón de Indra en su mano lo calmo - lo siento, ¿Qué sucede?

- Su hermana, Kougyoku-sama, lo está buscando. Dice que es hora de la cena, de ahí el brindis para partir su pastel. Además de que le tiene una sorpresa al final

- Ya vamos, retírate

El general hibrido reverencio y se fue, cuando la pareja se quedó sola

- En ese caso iré a cambiarme

- No

- ¿Eh?

- Quédate así, solo - abotonando la capa – no te la quites

Indra normalmente reclamaría pero solo asintió, eso dibujo una sonrisa en Kouen. Por su parte, luego del baile, Morgiana estaba sentada cerca de una fuente donde podía escuchar el sonido del agua pese al ruido de las personas y la música. Finalmente, una copa se posó en sus ojos que era sostenida por un chico con una cicatriz en su rostro

- Gracias - sonrió la joven tomando la copa - este...

- Tranquila, no es vino - sentándose a su lado - no esperaba verlos aquí

- Fue el señor Sinbad quien quiso venir

- ¿Así?, ¿Por qué?

Morgiana solo vio su bebida, aunque confiaba en el joven, no estaba muy segura de contarle lo que tres de los ocho generales de Sindria pensaban. Al verla, Hakuryyu solo sonrió y tomo su mano, sorprendiendo a la chica

- Entiendo si no quieres decirlo por el momento - ella alzo su mirada - aun así, estoy feliz de que estés aquí

La fanalis iba a responderle, cuando sintió el palpitar de si corazón, al igual que en aquel Mahjaran con Alibaba, pero este latido era más fuerte. Coloco su mano en su pecho, al mismo tiempo que escucho las alegres risas del rubio quien coqueteaba con las chicas cercanas a él. Pero el latir de su corazón, sonaba más fuerte. Al verla, Hakuryyu no pudo evitar tristeza y enojo, así que se puso de pie en dirección hacia Alibaba.

El rubio se encontraba alegre, abrazando a dos chicas que reían junto a él, mientras este mostraba su clásica cara pervertida. No imaginaba que alguien se acercaba en su dirección completamente enojado y a tiempo para escuchar lo que le haría enfurecer

- Todas ustedes son preciosas

- ¿Lo dice en serio? - pregunto una de las chicas

- Claro que sí, me siento tan afortunado de estar rodeado de tanta belleza - riendo - no saben cómo las amo

- Seguro se lo dices a cualquier chica...

- Solo a las bellas y delicadas como flores, no a las toscas

Te Amo a Mí ManeraWhere stories live. Discover now