Como al Principio

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En el muelle de Sindria, Saher y Rurumu esperaban atentas a que el barco saliera del transportador, junto a sus "invitados". La chica mostro emoción al ver una cabellera morada meciéndose con el viento, mientras su padre solo mantenía su gesto serio y molesto.

- Es hora Sin

Pero el susodicho solo asintió, en realidad no tenía ánimos de nada, en especial despues de ver sus brazos que no dejaban de sentirse vacíos. Dio un suspiro y procedió a bajar del barco, seguido de sus ocho generales y el trio de amigos, aunque Morgiana iba más entretenida con el bello ramo que el cuarto príncipe le habia dado.

- Tiempo sin vernos, rey Sinbad

- Gobernador – reverenciando – discúlpeme, pero en estos momentos no tengo cabeza para hablar o discutir temas de estado o hacer negocios.

- Déjese de juegos – hablo un hombre algo robusto – sabe a lo que he venido

- La verdad no – mostrando un rostro serio

- Mi hija está interesada en usted, así que he venido a proponerle...

Sinbad volteo a ver a la chica, joven, de estatura mediana. Piel blanca, cabello negro y ojos marrones. Sumamente atractiva y sexi. La joven se acerco

- Con permiso de mi padre, le hable de...

- Si, lo recuerdo – interrumpió Sinbad – lamento el mal entendido

- ¿Qué? – la joven y su padre

- Pero por el momento, no busco esposa.

- ¡¿Cómo se atreve?!, ¡usted coqueteo con mi hija!

- Y eso no me obliga a tomarla como esposa. No niego que es hermosa, pero yo...

- ESTO ES UN ULTRAJE

Apenas Ja'far iba a intervenir, pero Sinbad y Hinahoho lo detuvieron cuando vieron al hombre desenvainar su espada. El peli morado solo mantenía su actitud tranquila, aunque si lo miraran bien, sus ojos no tenían expresión.

- Gobernador, si bien tiene las puertas abiertas a Sindria, le pido por favor que se retire. Lamento que haya venido desde tan lejos por mis halagos hacia su hija, pero solo los hice por cortesía, no por otra cosa. Así que como la señorita Saher seguramente le ha dicho, no tengo ánimos para una discusión. Si me disculpa...

El hombre no pudo soportar semejante grosería, cuando decidió alzar su espada y atacar a Sinbad, pero este saco su daga cubriéndose el ataque, para finalmente golpear a ese hombre, desarmarlo y amenazarlo con su propia espada.

- Señor, le dije que no tengo ánimos para alguna discusión o tratado. Así que le pido que amablemente se retire de mi nación. ¿Le quedo claro?

El sujeto solo asintió completamente asustado, por lo que Sinbad le clavo la espada entre las piernas, para despues sonreír

- Gracias por su comprensión, vuelvan pronto

Tanto el gobernador, como su hija, los Ocho generales, el trio de amigos, Rurumu y Saher, miraban con miedo la "amable" sonrisa de Sinbad, quien se alejó seguido de los guardias. inmediatamente los auto invitados se dirigieron a su barco.

- ¿Qué paso? – pregunto Saher

- El magi lo rechazo – respondió Drakon – pero también, convivio con su hijo y ahora está deprimido.

- ¿Dejo que se le acercara?

- Si – sonrio Hinahoho – el pequeño es muy agradable y amistoso. Puedo decir que en eso se parece a Sin, además de su forma de mirar y algunos gestos

Te Amo a Mí ManeraWhere stories live. Discover now