One Shots - Famosas y tú.

Rosalie Cullen & Elena Gilbert

—¿Así que vienen a pedir permiso para habitar mi ciudad, Mystic Falls?— acompañado de una sonrisa y actitud prepotente mi hermano mayor decía.

—Niklaus— murmuré algo estresada por su actitud.

—Cállate, ___— me interrumpió Klaus.

—No... Venimos a informarles que los acompañaremos aquí en la ciudad la cual habitan. Forks dejo de ser seguro para nosotros y creo que una vez más podemos compartir un lugar.

—Por supuesto, querido Carlisle. Los Cullen siempre son bienvenidos. Es más... ¡Haremos una fiesta! De bienvenida para ustedes. ¡Esta noche! Te presentaré a nuestros amigos formalmente — dijo Klaus con su característica actitud.

—Bien, aquí estaremos.

—A las 8, esta noche— respondió mi hermano.

—Hasta la noche, Carlisle.

Carlisle le sonrió políticamente y se esfumó en segundos.

—¡Elijah— gritaba Klaus.

—Te dije que salió junto a Bekah.

—Cierto... Hay que estar atento a los Cullen. ¿Entendido? — asentí.

—Bien.

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Acostada el sofá frente a la ventana de mi habitación marqué el número de Elena.

—¿Todo en orden?— la suave voz de Elena se escuchó tras el aparato.

—Si. Pregunta: ¿que haces?

—Acostada.

—¿Con o sin ropa interior?— pregunte en tono seductor y la risa de Elena se escuchó.

—¿Quien es?— la voz de Bonnie se escuchaba al fondo.

—____— respondió a la morena — Estoy con Bonnie.

—¡Hola, Mikaelson! Creí que era Stefan— saludó la morena.

—Estás en altavoz— dijo entre risa Elena.

—Hola a mi brujilda, favorita— ambas rieron —me ofende que me confundas con Stefan. No asesino conejos o juego con Bambi. En fin, llamaba para invitarte a venir esta noche, Lena.

—¿Sucede algo?

—Una fiesta de bienvenida a una nueva familia de vampiros.

—¿Nueva familia de vampiros?— preguntó Elena confundida.

—Los Cullen... Vivian en Forks y algo ocurrió que vinieron aquí, se instalarán en Mystic Falls. Nosotros vivimos un tiempo en su ciudad y nos conocemos desde hace siglos y blah blah. Klaus quiere que todos sepan de ellos y estén atentos.

—¿Son peligrosos?— preguntó Bonnie en tono preocupado.

—Oh, no. No lo son pero ya sabes cómo es Klaus. Quiere controlarlo todo.

—¡Te escucho!— gritó Klaus desde alguna parte de la casa.

Reí.

—Estaremos allí, ___— respondió Elena.

—Bien. Ponte el vestido que te regale la semana pasada... el negro— dije con una sonrisa y mordiendo mi labio. Imaginando aquel corto vestido en ella.

—Que horror, quita el altavoz. No quiero escuchar sus charlas sucias— murmuró Bonnie. Nos reímos.

—Te veo en la noche, ____.

—Estaré ansiosa esperándote— murmure y la llamada finalizó.

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Caroline y yo reíamos de algo que Damon decía.