One Shots - Famosas y tú.

Victoria De Angelis pt. 2

...

—¿Vas al ensayo?— Thomas volteo al escucharme hablarle desde el sofá, dejé mi libreta sobre la mesa y me puse de pie caminando hacia el.

—Mmm si, ¿necesitas algo?

—Espérame. Iré contigo.

Thomas frunció el ceño, tomando su guitarra tras sus hombros.

Una vez lista salí junto a él, quien estaba molesto por la decisión de acompañarlo a su habitual ensayo.

—¡Lamentó la tardanza!— gritó el rubio una vez llegó, pasó de largo al garage de Damiano, donde ensayaban cada día.

Respire profundo y pase segundos después de el. Todas las miradas estaban en mi.

—Fue su culpa— Thomas habló mientras se ponía sobre su hombro la guitarra.

Una gran sonrisa adornaba el rostro de Victoria quien ya lucia en posición y con su bajo.

—Hola, bella.

—Hola, Victoria.

—Ponte cómoda, ___—Damiano habló y señaló el mueble a metros de ellos.

Me senté una vez las notas de su primer cover comenzaban a sonar.

La mirada azul de Victoria estuvo siempre fija en mi, sus movimientos al compás de la música hacían sentirme nerviosa. La forma en la que bailaba mientras tocaba, la forma en la que sus ojos miraban los míos, la forma en la que sus manos tocaban las cuerdas del bajo hacían mi cuerpo estremecerse.

Trague con dificultad y deje caer mi mirada en Thomas por ratos, luego Ethan y finalmente Damiano.

—¿Viniste a aceptar la cita?— su voz ronca a mi lado murmuró una vez estaban en el break. Con una botella de agua en sus manos, que extendió ofreciéndome luego de haberla llevado a sus labios para beber un poco. La acepte, tomando un sorbo y devolviéndola.

—¿Que te hace pensar que vine por eso?

—Nunca vienes a nuestros ensayos.

—Pero no significa que vine por ti.

—¿Te seguirás mintiendo?— acercó su rostro al mío, descaradamente.

—¿A donde iremos?— acepte la cita, separándome de ella y obtuve de su parte una sonrisa triunfadora.

—¿Realmente está será nuestra primera cita?— murmuré una vez estábamos frente a una tienda "TATTO & PIERCING"

—Es importante para mi. Vamos— tomó mi mano y entramos al lugar.

Tome de su mano cuando su nariz fue perforada, ella presionó la mía cuando sintió el dolor punzante en la zona. Mi mirada estuvo fija en ella, disfrutando de aquel íntimo momento en el que formé parte.

—¿Luce bien, no?— preguntó una vez estábamos caminando por el mall, buscando algo que comer. Haciéndose referencia al reciente hecho, su nuevo piercing en la nariz.

—Me gusta, si. Luce bien, Victoria.

—Todos me dicen Vica, puedes llamarme así.

—Victoria me gusta.