Bajo una lluvia de pétalos

Capitulo 4 "El llamado"

A quienes siguen esta historia les deseo todo lo mejor, gracias por inspirarme a seguir escribiendo 😍❤

Sueño de Izuku.

Frente a el se encontraba su forma de lobo, el cual era enorme, de hermoso pelaje color negro y enormes ojos de color rojo. Se miro a sí mismo y sonrió.

- Ojala mi forma humana tuviera un poco de tu tamaño, te lo has llevado todo eso es injusto- le dijo, pero su lobo no se inmuto.

A lo lejos un chillido se escucho, su lobo giro las orejas hacia atrás y luego salió corriendo a toda velocidad. Intento seguirle el paso pero era casi imposible. Cuando logro alcanzarlo, se quedo estupefacto con lo que sus ojos veían.

Era una hermosa postal. Se observaba un gran jardín de arboles de cerezo en flor, cuyos pétalos al caer cubrían el suelo dejando una perfumada alfombra rosada. Su lobo se encontraba chillando de alegría, moviendo la cola de lado a lado, y saltando como cachorro al rededor de otro lobo.

El contrario era mucho mas pequeño de pelaje marrón rojizo, y al igual que su lobo, se encontraba muy feliz chillando y correteando. Ambos retozaban y saltaban por doquier, de vez en cuando se detenían para acicalarse y pasar la lengua por el pelaje del contrario.

Esa imagen le llenaba el corazón, ver a su lobo feliz, protegiendo a su omega, no había nada mejor que pedirle a la vida. En ese momento la realidad cayo sobre Izuku, el alfa no tenia un omega a quien defender, ¿Quién era ese omega?

Trato de acercarse pero al dar un paso una enorme grita se abrió en el piso ante el. Izuku y su lobo quedaron del lado contrario del pequeño lobo marrón. Lo observo a la distancia mientras que la grieta en el suelo se hacia cada vez mas grande.

Unas enormes cuerdas negras aparecieron de la nada y sin previo aviso atraparon al omega, este chillo de dolor. Las cuerdas se cerraron sobre su hocico y extremidades haciéndolo caer, alaridos de dolor salían del pequeño. El alfa quiso ir tras su omega pero el abismo ante el se lo impedía, ni siquiera saltando podría pasar.

Las cuerdas se ajustaron mas sobre el pequeño haciéndolo sangrar, sintió el dolor del omega como suyo. Las cuerdas comenzaron a retraerse arrastrando al lobezno, alejándolo de su vista. Izuku grito con desesperación, suplicando que se detuvieran, pero estas no lo hicieron.

Al final lo único que quedo del omega fue el rastro de su sangre que pintaban de rojo los rosados pétalos por donde había sido arrastrado.

El olor a omega extremadamente triste y asustado inundo sus fosas nasales, cayo de rodillas impotente al borde del oscuro abismo. ¿Qué podía hacer? ¿Quién era?¿de donde salió?

Un aullido sonoro y doloroso salió del enorme lobo negro a su lado, intentando llamar a su omega pero este no contesto. Lagrimas rodaban por las mejillas de Izuku, podía ver su propio sufrimiento reflejado en su otra forma. Cuando su lobo termino de aullar, dirigió su mirada al pecoso, enormes ojos rojos se clavaron en el, sintió miedo de su propia persona.

-Encuéntralo- su lobo le hablo.

Se despertó con un terrible dolor en el pecho, su respiración era un desastre y su cuerpo esta totalmente sudado, ¿Qué mierda había acabado de pasar? ¿Su lobo le había hablado? ¿Había terminado de perder la cabeza? ¿Existía ese omega? su cabeza comenzó a doler, miro el reloj de su mesa de noche 02:40 am, suspiro.

-¿Cuantas noches van con esta? Tengo que volver a terapia urgente- se dijo a si mismo y salió de su cama.

Como era de costumbre se dirigió a la habitación que años atrás había compartido con su compañero. No había tenido el valor de desalojarla es por eso permanecía cerrada, como si de una capsula de tiempo se tratara.

Los primeros meses luego de roto el vinculo, era tal el dolor que sentía que no podía respirar, sentía que su caja torácica se rompía, su corazón de comprimía.

Síndrome de corazón roto, dijeron los médicos, no había cura para su dolor.

Permaneció una semana entera en su nido, abrazado a las mantas que aun tenían el olor de su omega. Lloro hasta que sus ojos no pudieron derramar mas lagrimas, miro una y otra vez los retratos sobre la cómoda al pie de la cama. Todos plasmaban momentos de felicidad con su pareja.

Eran destinados, el universo lo bendijo con su compañero predestinado pero también lo maldijo al quitárselo, ¿Qué mal había causado para pasar por tanto dolor?

Flashback...

Izuku tenia 15 años, era un joven introvertido, propenso a las burlas y el bullying por ser un "alfa defectuoso," Ninguno de sus compañeros le creían que fuera uno , ¿Cómo un niño de metro cincuenta y un culo tentador no podía ser un alfa?, para ellos era un omega con síndrome de superioridad. 

Y así transcurrían sus días escolares, no tenia amigos y en los descansos se la pasaba solo. Nada le importaba, solo necesitaba batería en su celular y auriculares para que su mundo sea feliz.

Un día cualquiera cuando salía de su clase de educación física, tuvo que pasar por un grupo de chicos que iban jugando y golpeándose entre si. Él era muy diferente a los jóvenes de su edad, los cuales eran un revuelto de hormonas y feromonas.

Inspiro profundamente para tratar de contener su respiración al pasar por el grupo. Casi había logrado con su cometido, cuando fue alado por su muñeca haciéndolo girar. Ante él había un hermoso muchacho, muy alto, su cabello era de dos colores. La combinación perfecta blanco como la nieve y rojo como la sangre. Enormes ojos heterocromáticos se calvaron en los suyos.

¿Dónde había estado ese chico antes? Se quedaron así, mirándose por lo que parecieron horas.

-"Mi destino"- dijeron al unísono...

Así me los imagine 😢 créditos de la imagen al autor...

En este capitulo entraron en juego los cerezos 😍 van a ir apareciendo en algunos capítulos y de ahí el titulo de la historia😁.