Bajo una lluvia de pétalos

Capitulo 8 "Indicios"

Hola! espero tengan un hermoso día...  ❤❤❤

Katsuki se despertó agitado, el dolor de su cuerpo lo invadió inmediatamente pero la sensación de su espíritu renovado era mas fuerte. Parpadeo varias veces para tratar de entender donde se encontraba. Miro su mano, en su dorso tenia clavada una vía intravenosa que se unía a un suero que se encontraba goteando. Toco su cabeza con la mano contraria y sintió el vendaje que la cubría. ¿Se encontraba en un hospital?

La sensación de poder huir se apodero de él. Tomo el suero, lo saco de su lugar y bajo de la cama tambaleándose. Se acerco a la ventana y miro por esta, se encontraba en un quinto o cuarto piso. Su alma se cayo al piso. No existían un su ciudad hospitales ni clínicas tan altas, lo sabia por su anterior vida de estudiante de enfermería. ¿Dónde demonios estaba?

Miro hacia abajo. Pudo ver un enorme predio cerrado por un muro de piedra gris.

Siguió observando, dentro del predio había muchos arboles, algunas construcciones y en el centro un prado muy verde con algunas pequeñas ¿casitas? ¿Qué mierda esta viendo? Tardo un momento mas en darse cuenta, no eran casitas, eran tumbas, estaba frente a un maldito cementerio.

Un gran y rosado árbol de cerezo destacaba entre los otros, lo que le llamo mucho la atención. Ese jodido muerto si que tenia suerte, pensó. Si él moría con suerte tirarían su cuerpo en un zanjón.

Se alejo de la ventana. Camino hacia la puerta pero antes de llegar, esta se abrió dejando entrar al mismo infierno, el alfa de cabello rojo entro y le sonrió.

-¡Cachorrito! por fin despiertas, si que te gusta el drama.- le dijo cerrando la puerta tras de si.

-Has dormido por tres días seguidos. Me estuvieron regañando todos los médicos del lugar- continuo.

-¿Donde estamos?- pregunto Katsuki sin pensar. El alfa lo miro por un instante, no había visto esa vitalidad en el omega desde hace tiempo.

-Estamos en un lugar que no te interesa saber- le respondió.

Mil cosas comenzaron a pasar por la mente del omega, si quería escapar debía hacerlo hablar, necesitaba saber donde estaba o a que se enfrentaba.

-Sabes que nunca escapare de ti, soy totalmente tuyo- dijo el omega con la voz mas seductora que pudo, reteniendo las nauseas que esto le causaba.

-Wow cachorrito si que te golpeaste fuerte en la cabeza- se burlo totalmente sorprendido el alfa.

-Estamos en la clínica privada de la organización, es lo único que te diré por ahora. Sera mejor que vuelvas a la cama, las cosas se pondrán feas dentro de poco.- finalizo.

Una enfermera entro en la habitación interrumpiéndolos.

-Disculpe Señor Kirishima, no sabia que había retornado. He venido a ver como se encontraba su pareja, pero veo que ya despertó y esta de pie, eso es muy alentador. Si me lo permite lo ayudare a tomar un baño.- concluyo la enfermera.

-¿Sr Kirishima? ¡¿Pareja?!- el omega no sabia como reaccionar a lo que acababa de escuchar.

El alfa asistió con la cabeza y la enfermera ayudo al rubio a entrar al cuarto de baño.

Izuku y Denki se encontraban en su oficina tratando de encontrarle sentido al montón de papeles que estaban regados por doquier.

-Esto es una mierda- dijo el beta rascando su nuca y cerrando los ojos.

Habían pasado toda la mañana tratando de vincular las desapariciones recientes con una gran organización que se dedicaba a la trata de omegas. Este grupo de mafiosos se hacían llamar "Las serpientes".

Gracias a los esfuerzos del área de protección a omegas muchas de pequeñas organizaciones mafiosas habían desaparecido pero "las serpientes" seguían siendo fuertes y es mas parecía beneficiados por la desaparición de su competencia, lo que hacia hervir la sangre del pecoso. Tanto trabajo desbaratando las organizaciones, para que otras se fortalecieran y llenaran de dinero a costa del sufrimiento de los omegas.

El peliverde se encontraba sentada en su escritorio con el expediente del supuesto jefe de la organización en su mano, la foto mostraba a un hombre fornido, de rasgos fieros y cabello de color rojo en puntas. El historial del alfa era inmaculado, ni siquiera existía una multa de transito, para la justicia era un ciudadano modelo, quien dirigía una empresa farmacéutica de prestigio. Pero gracias a los testimonios de varias de las victimas rescatadas, se podría decir que ese tal Eijiro Kirishima no era tan santo como se veía.

El gran problema era que no tenían ni una sola pista de su participación en el trafico de omegas, siempre era descartado de todas las investigaciones. A pesar de los nuevos tiempos la palabra de un omega no tenia el peso suficiente para armar una causa a un alfa que parecía inocente.

Izuku jamás dudaría del testimonio de sus victimas, pero sin pruebas sus superiores nunca le permitieron citar al tal Kirishima para que diera su versión de los hechos, o que dijera cual había sido su paradero cuando un omega desaparecía. 

Estaba harto. Bajo el expediente y fijo su vista en la cartelera donde se encontraban colgadas con alfileres las fotos de los omegas desaparecidos, eran muchas. Se levanto y se acerco a esta.

Observo con detenimiento cada rostro, habían mujeres y hombres de todas las edades. Se detuvo en una foto en particular, esta era de una niña de no mas de ocho años. La menor vestida de color rosa y un broche en forma de flor de cerezo adornaba su cabello negro. Sin si quiera pensarlo saco el alfiler que sostenía la fotografía y la retiro de la cartelera. Al hacerlo una foto que se encontraba oculta tras la primera cayo al piso.

Izuku levanto la foto que había caído y cuando vio el rostro retratado en ella su cuerpo se paralizó. Su lobo interno chillo, la sensación de desesperación invadió su cuerpo. Se giro y corrió hasta el escritorio de su compañero, revolvió todos los archivos que allí se encontraban hasta dar con el buscada, leyó el nombre del joven desaparecido.

-Katsuki Bakugo...- dijo en un susurro.

El lindo Denki 😍 créditos de la imagen al autor...