Un omega de mentira

Papá no tiene tiempo para mí

¡Hello!

Aquí como siempre, demorándome con el capitulo.

¡Feliz año nuevo! 

Les deseo lo mejor, que sean muy felices siempre y hagan lo que les gusta!

Sin perder más tiempo, disfruten el capítulo de hoy...

La noche ya estaba por llegar a las tropicales tierras de Hawái y el grupo regresaba de su largo viaje devuelta al hotel bastante cansados a excepción de Denki, quien se veía más relajado que antes.

_Quiero escalar la montaña Denki, ¿Qué tal si nos deshacemos de los niños?_ Exclamó Katsuki agotado y siendo ayudado para bajar del vehículo que les transporto al hotel.

_No, ellos los tuvieron anoche, nos toca. ¿No funciona así, alternando?

_¿Qué?_ Izuku se incomodo por el ritmo de la conversación.

_No, no, no, no, no, es que, yo tuve a los niños hoy. Eso contó como mi día y él los cuida en la noche._ Excuso el mayor, notando el temor en los ojos de su asistente de dejar a sus hijos con otras personas._ Así funciona._ Denki rió y centró su atención en la pareja.

_Eijiro, Deku ¿Quieren que cuidemos a los niños para que tengan un rato a solas?_ Bakugo suplico detrás del más joven para que sus acompañantes se negarán, pero Kirishima tenía otros planes.

_¡Sí! ¡Desde luego!_ El pelirrojo estaba emocionado, después del día de hoy deseaba pasar un buen rato al lado del atractivo pecoso y su escultural cuerpo. Tomó a Izuku por los hombros y lo arrastró lejos del grupo._ Vamos a gozar juntos, ustedes tienen sus camas. Es nuestro turno.

_Entonces, los cuidaremos_ Katsuki bufo bajito mientras Denki aplaudía emocionado.

Un rato más tarde, se encontraban Izuku junto a sus niños en la habitación de los rubios donde los menores pasarían la noche por ese día, el pecoso sentía que comenzaría a hiperventilar de solo pensar en dejar a sus hijos en manos desconocidas. Denki tenía una mirada dulce y parecía feliz de compartir tiempo con los más pequeños.

_¿Quieren asomarse al balcón? Creo que vi unos delfines cerca.

_Delfines, si, él los adora._ Denki tomó a los niños para acompañarlos al balcón mientras Izuku sentía que le arrancaban una parte de sí mismo_ Vengan acá, a los delfines. Si, a eso viniste.

_Adiós, niños_ Se despidió el peliverde dirigiéndose a la puerta de la habitación siendo seguido por el mayor_ Escucha, si algo pasa y necesitas que te ayude en algo, solo debes llamarme.

_Soy bueno ¿Si? Yo me encargaba de Kirishima cuando éramos niños_ Explicó Katsuki demostrando seguridad.

_ Entonces, es tu culpa._ El rubio rio.

_No, pero quiero que disfrutes la noche. Es tu noche libre, haz algo que disfrutes. _Pidió_ Si quieres teje unos calcetines o caza hombres con tu sensual cuerpo_ Insinuó en un susurro. 

_No se de qué estas hablando, solo me quedare en mi cuarto angustiado por ti, por ellos y todo lo demás.

_Y ¿Por qué no sales de amigo con Eijiro esta noche? O coman algo, o ¿Eso no te alegra? ¿Quieres a Shoto, el tipo del rostro quemado?_ Rio haciendo el ademán de cubrirse la parte izquierda del rostro con una de sus manos siendo observado por un confundido pecoso.

_Se nota que te molesto que fuera a almorzar con él ¿No?_ Bromeo Izuku.

_¿De qué hablas? ¿Si fueron a almorzar?

_Te dije que iba a almorzar con él.

_Si, creí que te había invitado almorzar y que lo habías rechazado_ El rubio olvido su semblante bromista, sorprendido por la aclaración de su asistente._ Pero ¿Fuiste? ¿Caíste en su embrujo? Jaja.