Matrimonio Falso

7.6K 902 528
                                    

El lugar era precioso, los invitados se encontraban impacientes a la espera de la pareja, los cuales se encontraban ocupados arreglando su vestidura en sus respectivos camerinos. La chica Camie Utsushimi veía con ternura su vestido de novia junto a sus damas de honor, las cuales sonrían y le motivaban para que la joven no muriera de nervios.

_¡Que bien te queda este vestido, Camie!

_Te ves hermosa

_Chicas_ Las interrumpe con suavidad intercalando la mirada con cada una de ellas_ ¡Es mi boda!

Todas saltan y gritan entusiastas alrededor de la futura  novia, hasta que una pequeña rubia de ojos saltones las detiene fijando que falta un objeto en particular.

_No sin tu velo claro, amm ¿Donde esta ese travieso?

_Creo que lo deje arriba_ La pequeña rubia se acerca a la castaña y con una sonrisa que podría estar rayando en lo psicótica le mira a los ojos.

_Yo te lo traigo, cuñisss_ Y con una sonrisa de oreja a oreja sale de la habitación dando saltos, sin notar las miradas inconformes de las demás chicas, quienes aprovechan su alejamiento para hablar tranquilamente.

_Agg Toga es tan irritante

_Y tan  horrenda

_Es toda una lunática

_Exacto ¡Y ahora va a ser mi cuñada en una hora!_ Camie se arroja al pequeño sofá acomodándose el vestido para no dañarlo, las demás chicas sueltan una mueca de asco.

_Y ahora ¿Cómo vas a lidiar con eso?

_Ahh voy a tener que hablar seriamente con Katsuki, veremos a su ridícula familia lo menos posible

-¿Segura que estará de acuerdo con eso?_ Preguntaron en coro las jóvenes, demasiado concentradas en su conversación como para notar que el susodicho se hallaba en el corredor escuchando absolutamente todo.

_Oh, Bakugo jamas me niega nada, créeme lo tengo bien amaestrado_ Comentó con orgullo, las chicas rieron con fuerza.

_Y cuéntanos ¿Qué paso con Shindo la última noche?

_Shhh, solo le dije la verdad. Si quería impedir la boda tenia que hablar ahora o callar para siempre_

_Y ¿Qué dijo?

_Dijo que jamás se va a casar y que yo tenia que seguir y casarme con Kats_ Habló desanimada mientras sus amigas exclamaban sorprendidas.

_Y ¿Te dio su regalo de bodas?_Pregunto una de las chicas haciendo señas obscenas de adelante hacia atrás con sus caderas, las demás rieron.

_¡Eres una caliente!_Rieron hasta que Camie afirmo.

_Creo que fue algo por el estilo_ El rubio abrió sorprendido sus iris rubís ante lo mencionado_ Shhh, fue la última vez ¡Se los juró!

_Si como no.

_Bakugo es tan tierno y atento, y además va a ser cardiologo, así que me casaré con él y con la zanahoria a mitad de su nariz_ Las chicas volvieron a reír, mientras Bakugo sentía la ira correr por sus venas al igual que una lagrima cayó por su mejilla derecha, a su lado se encontraba su primo de 15 años, Eijiro Kirishima, quien le observaba con tristeza ante lo que habían escuchado.

_Oh katsubro como lo siento_ Coloco su mano en el hombro de su primo intentando transmitir apoyo, pero este se soltó bruscamente y se alejo del establecimiento en silencio.

Si, fue doloroso. Ese era yo, Bakugo Katsuki hace veinte años.

Patético ¿No?

Estaba a la mitad de ahogar mis penas en alcohol cuando paso algo muy interesante.

Una hermosa omega de cabello negro y despampanante caminaba a paso lento por el espacioso antro, mientras movía sus caderas seductoramente recibiendo halagos y comentarios subidos de tono por los hombres que se encontraban disfrutando del ambiente. Misma pelinegra se sentó a su lado en el bar, pero por su movimiento brusco su bolso de mano cayó al suelo, Bakugo le toco el hombro intentando llamar su atención.

_Se te cayó tu...

_¡¿Te quieres callar por diez segundos y no decir tonterías?! Gracias_ El rubio rodo los ojos y levanto el objeto.

_Solo quería decirte que tiraste tu maldito bolso_ La chica le observo sorprendida e incomoda su mano que golpeaba con suavidad el bolso de la omega, en donde tenía un brillante anillo de oro en su dedo anular.

_¡Que pena! Debí...

_Sí, olvídalo_ Dijo mientras tomaba un trago de su botella.

_Apuesto a que no conociste a la señorita que te dio ese anillo, en un lugar como este.

_En la escuela, en la cafetería_ Recalcó.

_¿Cuánto llevas casado?_Bakugo le observo a los ojos con decisión.

Se lo iba a decir, les juró que sí. Pero no quería que supiera que yo era un perdedor.

Así que alteré la verdad.. un poco.

_Seis años. 

_¿Donde está tu esposa, ahora?

_Deje de preguntarme eso hace ya tanto tiempo.

_Eso es horrible_ Comentó la chica.

_Mi omega dice que trabajo demasiado tratando de mantenerla a ella y su adicción a las compras.. y al crack.

_¿Por qué no solo la dejas?

_Los hijos. Catorce pequeños_La joven levanto las cejas divertida y algo.. interesada_ Es que, adoro adoptar y no pienso dejar de hacerlo.

_Pobre chico_Dijo suavemente acercándose al rubio y acariciando el anillo_¿Quieres ir a otro lado?_El rubio le observa asombrado por el rumbo que tomaron las cosas.

Y así descubrí el poder del anillo matrimonial. El símbolo de mi humillación lo convertí en un arma para volver a la jugada 

Cambie mi especialidad de cardiología a cirugía plástica, me deshice del gran bulto y el anillo se volvió mi amuleto. Salía con omegas hermosos y atractivos todas las noches, para no tener que relacionarme más de la cuenta.

A veces he pensado en arrojar el anillo al océano, se que estoy haciendo mal pero, no puedo.

¡Es mi precioso!

Además, tener un matrimonio falso es una garantía infalible de que no me volverán a romper el corazón.

Un omega de mentiraWhere stories live. Discover now