𝐸𝑡𝑒́𝑟𝑒𝑜||❝─Significa sutil, intangible y de alguna manera... perfecto.❞
─Todo el mundo conocía la trágica y oscura historia de los Ryūnosuke, pero nadie parece conocer la de la última sobreviviente de ellos, Ryūnosuke Nyoko, aspirante a héroe...
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Dicen que la vida es tan verisímil en cada una de sus fases, empezando desde que eres un bebé hasta que te conviertes en un adulto con demasiadas responsabilidades. Las experiencias únicas que cada uno de nosotros vivimos, nos convierte en lo que somos hoy en día; ya sea en buenas o malas personas. En blanco o negro. En cielo u infierno. En villanos o héroes.
A la edad de cinco años, Ryūnosuke Nyoko jamás pensó que viviría el verdadero terror. Una experiencia verisímil para todo el que la viera, marcando un antes y un después en su caótica vida.
Y que seguía cambiándola después de tanto tiempo.
Lo que veían nuevamente sus ojos vidriosos dentro de sus recuerdos, eran imágenes suficientes para formarle miles de traumas con los que tendría que coexistir por el resto de su existencia. Todo era más negro que blanco, una auténtica pesadilla, una situación que nunca debería haber vivido en una vida totalmente distinta a la suya. Ni siquiera lo que convivió con su verdadera familia, la marcó tanto como esa noche de navidad a las 00:00 horas de la madrugada.
Fue un jodido infierno. Kazutora estaba siendo amedrentado como si hubiese cometido el peor pecado capital de la historia de la humanidad, sin tener la oportunidad de defenderse. Y ella, sin particularidad, no podía hacer nada más que gritar que pararan, que no lo golpearan más. Nyoko ni siquiera podía cerrar los ojos porque dos chicos se encargaban de que viera a plena vista como mataban a su amigo a golpes.
