𝐸𝑡𝑒́𝑟𝑒𝑜||❝─Significa sutil, intangible y de alguna manera... perfecto.❞
─Todo el mundo conocía la trágica y oscura historia de los Ryūnosuke, pero nadie parece conocer la de la última sobreviviente de ellos, Ryūnosuke Nyoko, aspirante a héroe...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀
Hubo un intenso silencio en donde Nyoko no pudo evitar compararse con un diente flojo mientras salía del cubículo del baño.
Tambaleándose como si fuera un bebé aprendiendo a caminar, y esbozando una mueca con un inaudible suspiro, se aseguró de que había tirado de la cadena del váter antes de querer estirarse como un gato y ser consciente de que las palmas de las manos no le habían dejado de sudar a chorros.
Maldición. Esto es molesto.
Al mover la cintura en círculos como si estuviera bailando con un hula-hula, las vértebras de su espalda le tronaron como palomitas de maíz y el dolor pertinente en sus articulaciones pareció disminuir un poco, lo suficiente como para calmar la enorme nube gris creciendo sobre su cabeza que por poco y nada se transformaba en una detestable y apestosa tormenta.
Nyoko no estaba de mal humor, pero estaba tan agotada que no se detuvo hasta que los ojos le ardieron y un horrible bostezo escapó de sus labios.
Aún sentía los párpados pesados y demasiado perezosos, tan soñolientos como para querer llamar a Inui y que este la sacara a hurtadillas de la U.A. El enorme can no le cuestionaría nada como lo haría la responsable ave que solía picotearle la cabeza a Osamu cuando era una niña.