𝐸𝑡𝑒́𝑟𝑒𝑜||❝─Significa sutil, intangible y de alguna manera... perfecto.❞
─Todo el mundo conocía la trágica y oscura historia de los Ryūnosuke, pero nadie parece conocer la de la última sobreviviente de ellos, Ryūnosuke Nyoko, aspirante a héroe...
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El crujir de las hojas muertas bajo sus pies le pareció como una sonata fúnebre conduciéndola directo a un cementerio. El sol ya no lucía tan radiante como antes; ahora estaba opaco y apagado, con enormes nubes grises queriendo ocultarlo, indicando que estaba a nada de soltarse un fuerte chaparrón. El aire cálido del verano parecía haberse enfriado de golpe, llegando incluso a afectarle cuando tiernos soplos de aire acariciaron su rostro entre diminutos susurros.
—H-Hola, disculpe la intromisión, pero, ¿Todoroki Shōto vive por aquí?
—¡Oh! Eh, digo ¡sí! Shōto es mi hermano y vive aquí. Soy Fuyumi, Todoroki Fuyumi. ¿Y tú eres su... amiga?
—Y-Yo...
Desde que se manifestó su Quirk, Nyoko dejó de sentir todo tipo de frío en su cuerpo, perdiendo la sensibilidad de este. Se había vuelto inmune y resistente a él. Soportaba sin problema los climas helados; y el invierno mismo no podía afectarla sin que tuviese un enorme abrigo que pudiese protegerla de la hipotermia... Desde que Haienā apareció en su vida, muchas cosas cambiaron en ella tanto en bien como para mal. Y la perdida de sensibilidad contra el frío era en parte una gran ventaja.
