𝐸𝑡𝑒́𝑟𝑒𝑜||❝─Significa sutil, intangible y de alguna manera... perfecto.❞
─Todo el mundo conocía la trágica y oscura historia de los Ryūnosuke, pero nadie parece conocer la de la última sobreviviente de ellos, Ryūnosuke Nyoko, aspirante a héroe...
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Cuando las primeras hojas de las copas de los árboles se encogían, se agrietaban y sus flores comenzaban a marchitarse, el viento empezaba a soplar con más fuerza que antes. Intrépido, descarado, sin compasión, voraz...
El aire que azotaba los lugares más boscosos de Tokio como si fuese un látigo, era tan salvaje y friolento como estar contemplando un tsunami en primera fila arrasando con las costas de Honshu.
En tan solo días envueltos en un viento feroz, el mundo comenzaba a transformarse; el mundo comenzaba a mutar. La neblina espesa de las madrugadas emprendía un camino oscuro en someter mucho más allá que las faldas de las montañas. Las tempestades envueltas entre rayos y centellas, no daban su brazo a torcer con respecto a las agresivas lluvias que escarbaban la tierra. La temperatura templada y perfecta, caía y caía sin control hasta que el vaho podía vislumbrarse fácilmente con cada pequeña respiración. Y el incandescente sol a punto de esconderse de la inminente tormenta, la enorme estrella que brillaba con tanta fuerza; traía consigo un mensaje a través del desastre que solo la niña que fue apodada por el diablo como su milagro, podía descifrar sin problemas.
«El otoño llega a su fin».
La estación climática que le resultaba ser tan tediosa como sus entrenamientos crueles y sin descanso; por fin estaba a punto de hacer su equipaje y partir para no volver durante un par de largos y modestos meses.
