Capítulo III

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Capítulo III: Arrullo en el camino/ Una advertencia tardía

Sus pasitos erráticos hacían crujir las frías y húmedas ramas bajo sus descalzos pies, las hojas secas de octubre tronaban, como huesos partidos a la mitad, el aire se volvía denso con cada paso que se adentraba más al bosque, los ojos de algunas criaturas brillaban en tonalidades neón, los árboles tomaban vida y sus caras demoniacas aparecían, se sentía en un cuento de terror, su cabecita giro a los costados, buscando algo, observando con miedo su entorno, pero no veía más allá que los árboles a su costado, le dolían los pies, sorprendentemente no tenía nada clavado en ellos, y la luz que le guiaba parecía brillar con mayor intensidad, llamándole la atención, trato de tocarla varias veces en el camino, cuando lograba alcanzarla, pero esta parecía teletransportarse metros más adelante antes de que sus deditos la atraparan, había caído varias veces por puntear o saltar para cumplir su cometido, rindiéndose al darse cuenta que sería imposible el tener oportunidad alguna de tocar aquella esfera de luz que le recordaba a las bolitas de luz que su tío llamaba estrellas, ¿Era eso una estrella?, Y si lo era ¿Por qué lo guiaba una bolita de luz tan linda?.

"Huh, ¿Lindo eh?, Gracias pequeño pino, me halagas"

Una risa desquiciada, -de pesadilla para los oídos del niño- resonó por todo el bosque, lo que le hizo saltar y apretar el paso hacía la esferita de luz, sin saber que era esta la que había soltado tal carcajada, su miedo era reflejado en los temblores de su cuerpo, el castañeo de sus dientes, se abrazó a sí mismo, la madrugada era cada vez más y más fría, sentía las plantas de sus pies congelarse, sus manos estaban heladas y el pequeño niño solo las frotaba ente sí para agarrar calor, calor que su cuerpo perdía de a poco, la esferita de luz, pareció girar a verlo, pero seguía siendo una bolita sin pies ni cabeza y una nueva risa resonó por todo el bosque siendo llevada por el viento frío.

Dipper quiso por una vez más atrapar esa preciosa esfera de luz, punteo y se estiró en vano, cayó de cara al suelo, impactando su cabecita contra la madera, un sollozo mudo salió de su boquita, sollozo que le viento se llevó de igual forma, la bolita de luz cambio a un color morado leve, agrandándose cada vez más y más, hasta explotar en un destello amarillo y azul eléctrico. Un triángulo amarillo, bidimensional, de un solo ojo, apareció frente al lloroso nene tirado en el suelo, sus manos como cuerdas lo alzaron en el aire, asustando al adolorido pino, la figura lo acunó con sus brazos, con preocupación grabada en su ojo, arrullándolo.

No quería ver llorar a su pequeño cervatillo.

ooo

Pato corrió a esconderse en medio de sus piernas semi separadas, entre el círculo familiar que formaban, justo cuando el viento los azotó, frío y pesado, chillando de miedo, buscando un refugio entre sus dueños, y su ama, la risa llegó a sus oídos, la piel se les erizó, el peligro era anunciado por todo el bosque. Su primera reacción fue meter a su familia a la casa, había parado de temblar y dentro estarían fuera de peligro, Mabel se había vuelto a dormir en el hombro de Stan, quien le miraba notablemente inquieto, le regresó la mirada de la misma forma, él había salido de las entrañas de la tierra y eso no significaba nada bueno.

"Dipper lleva a Pato adentro" Ordenó, el silencio le contestó, le pareció normal, al final de cuentas el menor de la familia Pines era mudo, Stan acaba de entrar a la cabaña con Mabel, y Ford seguía viendo hacia el bosque, pero el cerdo nunca fue apartado de su lado "Dipper te dije que-" se cortó, no había nadie ahí, Dipper no estaba con ellos, la segunda risa resonó, seguido de un sollozo, frágil y leve, tras escucharlo tomó al cerdo en manos y trotó dentro de la cabaña, encontrándose con su hermano quien preguntaba por Dipper, su cara pálida y la desesperada búsqueda de una linterna en los cajones de la cocina, le confirmaban lo que más temía.

"Te acompaño" Declaró

"¡NO!" exclamo con pánico en el marco de la puerta "Quédate aquí por si regresa..." Su hermano asintió "... O por si viene por Mabel" Susurró antes de emprender carrera bosque dentro. 

𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐋𝐚 𝐎𝐬𝐜𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 | 𝐁𝐢𝐥𝐥𝐝𝐢𝐩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora