🍎𝖢𝖺𝗉í𝗍𝗎𝗅𝗈 11

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ZURI

No lo mires.

No lo mires.

Me repetía eso una y otra vez, mientras me dirigía a la cancha de futbol para continuar con los ejercicios de educación física.

Para la poca suerte que me quedaba, este era uno de los tantos cursos que tenía con Adán.

Si está fuera una situación normal, estaría muy emocionada por este día en especial, babeando en secreto por ver la reluciente tableta de chocolates de Adán, y sus exuberantes tatuajes que adornan sus hombros, mientras trota alrededor de la cancha sin su camiseta.

Pero claro, con lo sucedido ya nada es normal.

Nada ha vuelto a ser igual, empezando por las chicas. Ahora si me miran, ahora si tratan de hablarme y hasta inclusive me han invitado a sus fiestas.

Hipocresía.

Cuando no entendía alguna clase y les pedía que me explicarán se negaban o cuando pedía los apuntes de alguna tarea que me faltaba me solían ignorar.

Pero como vieron que los dos chicos más populares de la escuela se me acercaron y hasta me atrevo a decir, que casi se pelean por mi culpa, todos se voltearon a verme.

No es nada bonito, me siento muy incómoda bajo la vista de todos, siento como si me estuvieran juzgando.

Y el otro radical cambio, es Adán.

Ahora me mira y lo hace por mucho tiempo, manda a gente a seguirme, porque ya lo he visto hablando con un par de estudiantes dándole dinero con tal de vigilarme.

No creo que sea por mi seguridad, pero tampoco crea que sea para algo malo, simplemente no sé qué gana con eso.

Es un canalla.

Al principio era bonito, un gusto en secreto, verlo desde lejos, pero ahora que ya tengo cercanía con él, ahora que ya sabe de mi existencia, como que mi gusto por él ha bajado.

Sin embargo, solo hay una cosa que no puedo controlar.

Mis ojos.

Quieren verlo, están acostumbrados a ver a su papi Adán casi todos los días, pero tengo que ser fuerte. Me prometí serlo con tal de no salir lastimada y eso es lo que seguiré haciendo.

-Señorita Zuri — la profesora Landino toca su silbato captando mi atención — estoy que la llamo desde hace rato, acérquese.

Mierda, eso me pasa por estar distraída.

Dejo de trotar en la cancha y me acerco a las gradas donde están reunidos todos mis compañeros, incluido él.

Me fuerzo a mirar el suelo porque sé que me está viendo.

Tomo asiento casi al final de las escaleras, en la punta para ser más precisos. Un poco lejos de todos, hasta de la profesora Ladino que ahora me mira con resignación.

Sabe que no me hablo con nadie.

La profesora lee su cuadernillo indicando las nuevas instrucciones que habrá en este nuevo juego que haremos, cierro los ojos con impotencia al escuchar la palabra "equipo", ojalá nadie me escoja como pasa casi siempre.

Por el rabillo de mi ojo capto una presencia acercándose a mi lado. Casi suelto un jadeo cuando reconozco su silueta.

Adán.

Se levanta de su sitio, dejando a Breant y Jerome con cara de sorpresa, ignora lo que le dice la profesora y se termina sentando muy cerca de mí, puedo sentir su muslo rozarse con el mío.

SOMÉTETE A LAS TINIEBLAS✔Where stories live. Discover now