🍎𝖢𝖺𝗉í𝗍𝗎𝗅𝗈 30

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ADÁN

Dos llamadas perdidas de Zuri.

Maldición.

No había sentido el móvil vibrar durante todo el trayecto de camino a este lugar, en el que supuestamente se encontraba Jerome.

Porque no sabía si era real lo que le dijo a Breant, o solo una simple broma del pelirrojo para hacernos perder el tiempo.

Además, los inútiles parloteos de Breant y mi mente trazando distintas formas en las que pudiera reaccionar cuando me encuentre con Jerome, me mantenían distraído.

Ojalá esto valga la pena.

-Aquí es — dice Breant, señalando el parque que tenemos a corta distancia — marcaré a Jerome para saber si ya está aquí.

No le digo nada, y aprovecho el momento en que mira hacia otro lado con su móvil puesto en el oído, para marcarle a Zuri.

Necesito escuchar su voz.

-Hola ... — murmuro con un toque de perversión, en cuanto descuelga.— ¿Mi chica ya quiere repetir una segunda vez?

- ¿Adán donde estás? — la sangre en mi interior se calienta por su evidente preocupación. Le importo — no me digas que te has ido sin mí a hacer otra misión. Tendré que hablar seriamente con Sebastián, no me gusta nada que me dejen de lado.

Al parecer le importan otras cosas.

Bah.

-Nena odio que en mi delante tengas que mencionar el nombre de ese bastardo.

-Qué pena — sonrío victorioso ante la imagen en mi cabeza, ella recién despierta. Con sus cabellos revueltos, sus labios hinchados, desnuda, follada y en mi cama. Odio no haber estado ahí para contemplarlo — es casi imposible que no lo haga. Tendrás que aguantártela.

-Lo sé. Y no estamos en ninguna misión — técnicamente no lo era, ya que ni Sebastián lo sabía. Solo era un pequeño improvisto — no tiene por qué comunicarte con tu amiguito. He ido a comprarte algo.

Se quedo en silencio.

-No me vas a preguntar que es.

-Está bien — dijo desconfiada.— ¿Qué es?

-Una pastilla anticonceptiva, tal parece que la estabas pasando tan bien que no me reprochaste nada cuando te embestí sin condón.

-Adán — me regaño — deja de ser tan malditamente explicito — y en un susurro que supuse que era solo para ella dijo — demonios, como pude olvidarlo.

-Apuesto a una nalgada en tu bonito culo, que estás sonrojada ahora mismo.

Zuri hizo a un lado mi inteligente apuesta y con un tono más débil pregunto — ¿eso funcionará? No quiero salir embarazada Adán.

-A mí no me molestaría que cargaras a mis hijos en tu vientre — admití haciéndole saber que si eso pasará no me iría y la dejaría sola — pero si, son efectivas. Me asegure de ello.

Un suspiro aliviado se oyó a través del móvil.

-Ahora tengo más razones para no volver a follar contigo.

- ¡¿Qué?! Solo te estaba jodiendo nena. Yo era consciente de todo. Solo quería que tu primera vez sea disfrutable y sin nada de por medio, porque es mejor — era más que imposible lo que ella decía — sabes, mejor ya te voy dejando. No quiero oír más de tus locas ideas.

-Mmm ... encima lo sabías.

-Si, pero yo me iba a encargar de todo. Por algo te compré la pastilla, no quería que te preocuparas por nada.

SOMÉTETE A LAS TINIEBLAS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora