🍎𝖢𝖺𝗉í𝗍𝗎𝗅𝗈 26

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JEROME

- ¡Esto no es justo! ¡Tú eras uno de ellos!

-Ya te dije que lo hice por un bien común.

-Eso no es un bien común. La dañaron ... — expuse herido, bajando la cabeza.

Me sentía una escoria, una mierda con dos patas que había cometido un crimen atroz. Destruyendo la confianza de las dos personas que verdaderamente me importaban: Adán y Zuri.

No sabía hasta ahora si ella se encontraba bien. Si Adán estaba herido. Si la gente que los atacó logró cumplir con su misión.

"Si ellos se enteraron de mi traición."

El último pensamiento era mi peor miedo.

Un castigo.

-Tú sabías en lo que te metías Jerome. Sabías lo que ocurriría con ella, no te atrevas a retroceder ahora.

-Pero.

-Ni un pero — me interrumpió Gustav, mi padre — tu fuiste el primero en comentarme sobre la rareza de esa chica desde que la viste y que aprovecharías la oportunidad de que Adán se había fijado en ella para saber que escondía. Y cuando la investigaste, dijiste que ella era el boleto hacia nuestra liberta. Mi libertad.

-Solo quería ayudarte papá — exclame eufórico y con la culpa en la punta de mi lengua — ¿acaso eso me hace malo?

-Hijo mío, mi feu — dijo papá poniendo sus manos en mis hombros en señal de apoyo — se que estoy siendo muy duro contigo y que no ayudo en nada para aliviar tu arrepentimiento. Pero saldremos juntos de esto — aseguro con determinación — y ayudarme no te hace malo. Tampoco hicimos algo bueno ...

- ... Era ella o éramos nosotros — completo su frase, terminando por él.

🍎🍎🍎

ZURI

Salí del baño, luego de haberme dado una prolongada ducha para disminuir el calor que todavía sentía entre mis piernas. Porque Adán se encargo de dejarme bien excitada a tal grado de que me corrí en su mano.

Una vergüenza gigante fue ir en ese estado a encontrarme con mis padres que me esperaban abajo, en su habitación ya acomodada y equipada con todo lo necesario.

Pensé que me habían llamado por los ruidos que hicimos aquí arriba, afortunadamente solo fue para avisarme de ciertas reglas que de ahora en adelante tenía que cumplir.

1. Cualquier situación que considere peligrosa o extraña comunicárselo a ellos primero.

2. Nada de secretos.

3. Mantenerme alejada de Adán y si intenta propasarse de vivo avisárselo a ellos (más a mi padre) ellos tomarán las medidas necesarias (repito otra vez, de eso se encargará más mi padre).

Si mis padres aceptaron la propuesta de que me mude cerca de la habitación de Adán fue por seguridad.

Cabe destacar, que él idiota sabía barajear bien las cartas de la situación para lograr su objetivo.

Tenerme cerca, en su habitación.

Me coloque un pijama suelto, que consistía en un polo guinda cubriendo unos centímetros más por debajo de mi ombligo, unos shorts de tiro alto que se pegaba a mis caderas como una segunda piel haciéndome parecer más curvilínea de lo que era.

Aunque me daba igual si no era así.

El físico jamás va a ser importante para mí, porque todos contábamos con lo mismo. Brazos, piernas, tetas, un trasero, barriga, ojos, nariz y boca. La diferencia solo estaba en los rasgos.

SOMÉTETE A LAS TINIEBLAS✔Where stories live. Discover now