Extra 1

1K 106 28
                                    

Hechos situados dos meses después de la boda de Jordan y Aracnes.

Narra Nexa:

Mike había ido a los Ángeles con Noah, para checar unos problemas con la empresa de Kendrick, pero tan pronto el problema se había solucionado, él había vuelto, aunque Noah se había quedado allá para supervisar unas cosas, así que ahí estaba yo, esperándolo en el aeropuerto de la ciudad.

A lo lejos, visualice a Mike, entre más se acercaba, más podía notar sus cambios, su cabello seguía siendo chino, solo que ahora era más largo y de la parte de enfrente era castaño.

Cuando lo único que nos separaba eran unos tres pasos, no pude contenerme, corrí hacía él, abrazando lo con fuerza.

-¡Oh Mike, si que te he extrañado!

Solo se había ido por un mes, pero Mike era un buen aliado a la hora de pelear con Lía, así que me daba gusto tenerlo de vuelta.

El me respondió el abrazo con más fuerza de la que yo utilicé.

-Y yo te extrañé a ti.

Cuando nos separamos, comenzó a contarme muchas cosas, entre ellas, las razones por las que ama a Noah y como la relación entre ellos funciona perfectamente.

Antes de tomar un taxi que nos acercara más a Ónix, decidimos caminar un poco por la ciudad, y cuando nos adentramos por un callejón... Lo sentí, fue como una punzada en mi nuca, alguien nos seguía.

Actué de manera rápida:

-Mike, ¿Puedes adelantarte?

El frunció el ceño.

-¿Por qué?

-Quiero hacer pis.

Y como era un callejón solitario, no fue difícil que me creyera.

-Esta bien, no tardes, me mantendré cerca.

Le regalé una sonrisa antes de que diera vuelta y se fuera.

Luego fingí desabrochar mi pantalón.

Fue ahí cuando sentí una punzada por toda mi columna vertebral.

Alguien estaba ahí, detrás de mi, lo sabía.

Así que me moví rápido, giré, y apresione a la persona contra una de las paredes del callejón, colocando mi antebrazo en su cuello, para dificultar sus movimientos.

Pero cual fue mi sorpresa cuando enfoque mi vista en su rostro, no era una persona desconocida, claro que no lo era, pero no podía ser posible.

-¿Klaus?

Y les puedo jurar que una voz dentro de mi cabeza me pregunto utilizando un tono de burla:

-¿En serio pensabas que ya todo había acabado?

Era su mismo cabello pelirrojo, sus mismos ojos azules, sus mismos labios.

—Nexa —y también era su misma voz.

—¿Cómo es que estás aquí? —me las arreglé para preguntar le, pese a la perplejidad.

—Es una larga historia —dijo, y sonaba honesto.

—No me importa, quiero saberla.

Pero antes de que pudiera decir algo más, Mike apareció en el callejón, y Klaus se volvió una sombra.

—Nexa —Mike dijo mi nombre, devolviendo me a la realidad.

Parpadeé un par de veces, tratando de aclarar mi mente.

La Chica Newell Where stories live. Discover now