18. Te Quiero

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Narra Harry:

Nunca había estado en tantos aprietos como ahora.

Aquella noche después de mi concierto, Jeff y yo discutimos por mi falta de precaución al momento de salir con gente que no es de la industria, de mi mundo, de la que fans ya conocen y no causarán drama.

Pocas horas después de que mi álbum salió a la luz, las fans que estuvieron en la fiesta de Berlín donde escucharon el álbum semanas antes de ser estrenado, publicaron en Twitter las conversaciones que tuvimos en el evento, incluyendo la de Trixie, en donde yo metí la pata de mencionarla en mi rechazo a la propuesta de sacar Medicine versión estudio.

Automáticamente la conectaron al ser la misma chica con la que salí del restaurante hace semanas en Los Ángeles cuando fuimos a cenar con Lucas y Camille. Todas se dieron cuenta que ya conocía a esa chica, que conocía a Trixie durante mi fiesta del álbum, y gracias a la letra de "piel morena" en Adore You, la asociaron con ella.

Camille no me dijo nada, pero sabía que estaba molesta. Ella sabía que esa canción (y ni que decirle del resto del álbum) era para Trixie. Jeff dijo que, para calmar las aguas, Camille y yo deberíamos mostrarnos más afectivos en público, pero rechacé esa propuesta. Nunca me había gustado exponer mis relaciones amorosas solo por publicidad y esta no sería la excepción.

Llamé a Trixie horas después, pero no contestó. Le mandé mensajes como un loco al notar que todas las redes sociales hablaban de ella y habían encontrado su perfil privado. Me sentí como un idiota. ¿Cómo carajo la habían hallado si no usa su nombre real en el usuario? No pude hacerlo yo por dos años buscándola después de despertar del coma y este fandom lo hizo en menos de un día.

Llegué a la conclusión de que ya se había enterado del tema y ahora me odiaba. Habían pasado dos días desde la última vez que hablamos por videollamada. No había salido de mi casa y no había querido entrar más a redes a pesar de que Jeff me estuviese jodiendo la existencia cada cinco minutos sobre cómo Camille sigue fastidiada conmigo por no hacer nada para controlar a mis fans y hacer que dejen de tacharla como si le hubiera sido infiel.

Ahora, un sábado a las diez de la mañana, me encontraba en el gimnasio de mi casa sacando un poco de estrés. Camille se había ido hace varios minutos a comprar cosas para la semana, así que me encontraba solo.

Algo dentro de mi jodía mucho y no era esos rumores de mierda, era Trixie. Saber que quizá me odie tanto o este preocupada por no saber cómo afrontar los comentarios de la gente me enfurecía conmigo mismo. Sabía que a Trixie no le gustaba todo esto de la fama y desde un principio no quería ser reconocida, así que ahora, siendo centro de críticas no debe estar pasándola bien.

Decidí volverlo a intentar una vez más. Le mandé otro mensaje, pero ni siquiera lo leyó. Esperé diez minutos, pero nada sucedió. Opté por mandar todo a la mierda, ponerme de pie, secarme el sudor de la nuca con una toalla, y salir del gimnasio escaleras arriba para darme una ducha.

Solo tuve que sacarme los shorts y los tenis. Temperé el agua a como me gustaba justo en momentos de estrés y me metí a la ducha. Estuve en silencio y desperdiciando el agua por cinco minutos. Luego, cuando apenas empezaba a decidir si aplicarme shampoo o enjabonarme primero, mi teléfono empezó a sonar sobre el lavabo.

Estiré la cabeza fuera de la ducha para ver quién era. "Trixie" se reflejó en la pantalla y como si de un resorte me hubiese tratado, cerré la regadera, tomé una toalla y salté fuera de la ducha para tomar mi celular. Casi me resbalo en el proceso, pero logré sujetarme a tiempo y de igual manera respondí la llamada. Puse el altavoz a la vez que me enroscaba la toalla a la altura de la cadera como si ella pudiese verme y me senté en la tapa del retrete sujetando el teléfono a la altura de mi boca.

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