🍃 Malhumor & Depresión 🌊 [ SaneGiyuu ]

III

Sanemi no lo entendía, ¿por qué tenía que encontrarse con la peor persona posible justo en ese momento?

—Lo siento... —Suelta Giyuu mientras retrocede con la mirada fija en el suelo.

—Tsk, yo no muerdo — Agrega el albino volviendo apoyar su cuerpo en el árbol, y cruza sus brazos para voltear su mirada. No vaya a ser y que se le vengan las ganar de matar a cierto chico.

Giyuu asiente algo nervioso y se pone al lado de Sanemi con rapidez. Su cuerpo está tenso, sabe que puede morir en cualquier momento pero no le importa.

Al pasar aproximadamente diez minutos Sanemi vuelve a gruñir. ¿Dónde estaba Uzui para demorarse tanto? Realmente lo iba a golpear en cuanto lo viera.

—Sabes que si Iguro te ve aquí te matara ¿No? ¿Por qué no te largas? —Pregunta al fin rompiendo el silencio incómodo que se había formado.

—Yo debo esper-

—Yaya, de todas formas me iba yendo —Lo interrumpe empezando a caminar hacia el lado opuesto, pero antes de alejarse siquiera cinco pasos una bolsa cae frente a cada uno de ellos.

—¿Que mierda? —Se cuestiona Sanemi recogiendo con fastidia aquella tela con algo adentro.

Giyuu hace lo mismo.

Al abrir ello se encuentran con diferentes comidas, Giyuu tiene Ohagis y Sanemi tiene Salmón con Daikon.

Tercera fase del plan: Hacer que recojan y abran las bolsas. Completado.

Sanemi rueda los ojos fastidiado y se va del lugar molesto.

Giyuu observa la comida atentamente y se entristece al ver que no era Salmón con Daikon. Saca la notita que estaba acompañando la comida y la lee «Tomioka, estoy en el patio trasero de Shinobu, ven aquí»

—Seguro debe tener mi comida allí —Es lo que se dice a sí mismo y sale corriendo al lugar con una sonrisa ilusionada.

«Se me hace extraño que quiera reunirse conmigo en un lugar tan desolado y solitario, pero supongo querrá disfrutar la comida sin interrupciones»

—¿Vez? Te dije que no se hablarían, debimos haberles dicho que vengan aquí desde un inicio. 

—Yo que iba a saber que no se hablarían, Kyojuro. —Le responde Tengen algo triste —Yo pensé que al menos se diri-

—¡Ya llegaron! Has silencio — Dice poniendo su dedo índice en la boca contraria y Tengen se queda callado.

En realidad el único que había llegado era Giyuu, pero al menos había llegado. Se sentó en el engawa del lugar poniendo la bolsita a un lado, y empezó a esperar a Kyojuro, quién estaba con Tengen en un árbol cerca de allí.