🍃 Malhumor & Depresión 🌊 [ SaneGiyuu ]

XVIII

—¡¡Rengoku-San!! —Un grito lleno de desesperación se escuchó en medio del gran impacto que tuvieron Kyojuro y Akaza. Tanjiro no podía ver nada. El gran humo de tierra que se había formado en el lugar era demasiado, y por más que hacía lo posible, no podía divisar lo que pasaba, estaba muy nervioso, quería hacer algo, quería ayudarlo, pero al poder ver lo que pasaba supo que era tarde.

Akaza había traspasado su brazo en el estómago del hashira. Tanjiro gritó desesperado nuevamente.

¿Qué es lo que estaba haciendo? ¿Realmente había deseado eso? ¿Alguien había muerto por su culpa? ¿Esto es lo que siempre deseó?

—¡No escaparas!

Quiso tratar de levantarse para decapitar al demonio y ayudar a Rengoku, pero su estómago dolía cada vez más, sólo podía ver al pilar luchar con toda la fuerza que tenía.

—¡Perdón! ¡Lo siento mucho! ¡Rengoku-San, perdóname, por favor resista!

El amanecer estaba a punto de llegar, Inosuke dejó de estar quieto y se unió a la pelea, pero antes de poder hacer algo Akaza logró zafarse del agarre y escapó del lugar. 

Tanjiro quiso ir a dónde Rengoku para saber cómo estaba pero éste había desaparecido. Tengen había llegado. Y no, no sé dirigió a dónde Akaza, no trató de matarlo ni de detenerlo, sólo se concentró en tomar el cuerpo de Kyojuro en sus brazos y empezar a correr lo más rápido posible.

—¿Q-ué estás...

—Te salvaré —Soltó decidido.

—No... Ya no tengo salvación, por favor déjame.

—Sólo resiste.

—Es en vano.

—¡No! ¡No me dejarás sólo! —Empezó a tomar más rapidez pero Kyojuro seguía insistiendo en que se detenga. —

—Déjame decirte algo por favor —Dijo empezando a toser. —Pierdes tiempo aquí...

Sin dejar de llorar Tengen sintió su mejilla ser acariciada y dirigió su vista al rostro contrario, Kyojuro estaba sonriéndole. —Acéptalo... Yo moriré —Al escuchar esas palabras detuvo su paso y se dio cuenta de todo, la muerte era inevitable. Lentamente se arrodilló abrazando el cuerpo en sus brazos y empezó a rogar por que no se fuera aún.

—Gracias por... todo Tengen

Tanjiro no se había movido de su lugar, se encontraba observando el suelo sin dejar de llorar, no creyó que eso le afectaría demasiado. Y ahora que lo notaba, Rengoku nunca le había echo algo malo... 

Resignado y sin saber que hacer sólo se limitó a cubrir su rostro para que no lo vieran llorar. Inosuke estaba igual o peor que él. Los minutos pasaron y al cabo de bastante tiempo el pilar del sonido se acercó al lugar. Tanjiro alzó su mirada y tuvo una pizca de esperanza de recibir una buena noticia.