🍃 Malhumor & Depresión 🌊 [ SaneGiyuu ]

XX

Un final cruel para una persona tan especial. El dolor que se siente es tan igual a lo que causó; sufrimiento, eso es lo que se merece después de haber matado consciente o inconscientemente a personas inocentes. Tristeza y fastidio, culpabilidad y temor, todo se combinaba en su mente. Un chico tan amable convertido en maldad por el capricho que no pudo obtener, por un capricho que ahora ya no existía, porque Giyuu Tomioka había muerto y Kamado no veía razón de existir.

Había echo suficiente.

Todo su cuerpo estaba siendo destruido poco a poco y no podía hacer nada para detenerlo, sólo se concentraba en seguir gritando para distraer a Muzan mientras se desangraba lenta y dolorosamente. Seguía en lo alto. Sus costillas habían sido destruidas y su corazón apenas podía palpitar, toda su vida estaba pasando por sus ojos, todo lo bueno y todo lo malo, su tiempo se agotaba, y sabía que iría al infierno por las cosas que cometió. Incluso pensó en morir sin ayudar a los demás, pero eso sería demasiado, así que con todo el dolor que sentía clavó su katana en el brazo con el cuál estaba siendo sostenido y trató de retener al demonio.

Los pilares entendieron lo que trataba de hacer y rápidamente se acercaron para dejar grandes cortes en el cuerpo del demonio. Faltaban sólo cuatro minutos, el sol estaba a punto de salir, el plan de Kamado estaba yendo a la perfección, sólo debían de resistir un poco más 

—F-falta poc- —Apenas podía hablar, botaba sangre de su boca y nariz sintiendo cómo cerraba los ojos lentamente, estaba agonizando en ese estado, pero se aferró a la poca fuerza que tenía para seguir.

Cuándo ya todos habían logrado agarrar al demonio para hacer que no se moviera, algo demasiado extraño notaron. Muzan no estaba tratando de escapar.

«¿Está aceptando su derrota?» Se preguntaron todos.

—¡Alguien haga algo, va a convertirlo en demonio!—Gritó Zenitsu desesperado haciendo que todos alzaran su vista para ver lo que pasaba. Se dieron cuenta del porque Muzan no atacaba, uno de sus tentáculos se había incrustado en el rostro de Kamado y ahora se concentraba en introducir su sangre con total tranquilidad.

«Si muero yo, quedará alguien más, él será el nuevo Rey Demonio.»

Los cazadores no sabían que hacer para detenerlo, si uno se salía de su posición sería fatal, Muzan se escaparía, pero si no se movían también, habría otro demonio más poderoso. Todo estaba jodidamente perdido.

—¡Por favor hagan algo!

Y entonces pasó.

Giyuu apareció en escena logrando cortar el brazo de Muzan con el cuál estaba transmitiendo su sangre, y lanzó su katana directamente a su cabeza para destrozarla. 

—¡Estás bien! —Sanemi abrió los ojos sorprendido y se alegró cómo nunca antes lo había echo.

Pero había un problema.

Giyuu ya no era humano. Él había aceptado la propuesta que Akaza le dio antes de morir, por ello ahora tenía colmillos y garras de demonio.

Todos se asustaron.

Aunque, no era uno malo exactamente.

Akaza fue culpable de su propia muerte al darle a Giyuu la oportunidad de convertirse en demonio.