11

805 103 73
                                    

Ranpo había llevado a sus dos sobrinos al patio trasero de la casa. Era feliz siendo tío, a pesar de haberse enterado recientemente.

Traía una pelota inofensiva que llamaba la atención de ambos niños.

Atsushi se aproximó a él, y estiraba sus bracitos queriendo que su tío le diera la pelota.

— Ohh, ¿Quieres sostenerla, Atsushi? Aquí tienes.

El detective le entregó la pelota a su sobrino menor, quien apenas podía sostenerla, ya que tanto él como la pelota eran casi del mismo tamaño.

— ¡Con cuidado!

Sin que Ranpo se diera cuenta, Ryūnosuke se alejaba hasta la orilla del patio, sonriendo y moviendo sus manitas, queriendo alcanzar algo que sólo él podía ver.

Daba pequeños saltitos.

— ¡Tío Fi-fi! ¿Juga-mosh?

Pequeño Ryū, vamos a platicar. Siéntate ahí.

Fyodor le indicó sentarse en una banca baja, donde el bebé azabache subió cuidadosamente, para volver a sonreír al azabache mayor.

— ¡Pyaticaa, tío Fi-fi!

Aplaudió con emoción, causando felicidad en la pobre alma del Ruso que no había podido descansar por la preocupación de su bebé.

Fyodor se sentó a su lado, siendo invisible menos para Ryū, y sujetó una de las manos del niño, acariciándola ligeramente.

Dime, ¿cuántos añitos tienes ya?

— ¡Tyesh!

Puso tres de sus deditos, mostrándolos al adulto. El Ruso sabía toda esa información, pero quería escuchar hablar un poco más al niño antes de tomar el camino largo.

Oh, tres añitos. Eres un bebé muy lindo, Ryū. Y.. ¿Mami cómo es? ¿Te cuida bien? ¿Te da de comer? ¿Te hace cariños?

Mami me quielle mucho. Papi no, papi miello. Papá no me quielle. Nomásh quielle a A-Sushi.

Negaba con la cabeza, mareándose un poco y quedando recargado en el costado de Fyodor, quien aprovechó para acariciar la cabellera de Ryūnosuke.

Ryū, papá estará tomando terapias que lo curarán. Se volverá bueno y va a quererte mucho a tí y a Atsushi bebé.

— ¿Papi shedá bueño?

Así es. Y tú también. Debes seguir siendo un buen niño. Eres un amor, Ryū. Estoy orgulloso de tí. Te amo mucho, ¿Tú me quieres?

— ¡Shí!

El mayor sonrió. Un par de lágrimas salieron de sus ojos. La despedida estaba cerca. Quería seguir cuidando de Ryū muchos años más, verlo crecer, apoyarlo en todo, pero el tiempo llegaba a su límite. Debía irse a descansar en paz. Ryūnosuke ya tenía a Dazai y Chūya como padres, él salía sobrando y estaba muerto. Sufría.

¿Me das un beso, bebé? Un beso a mami.

— ¿Uh? ¿Mami?

Mordió uno de sus deditos índice un poco confundido. Se acercó más a Fyodor para besar una de sus mejillas, siendo tierno y cariñoso.

Yo también soy tu mamá, Ryū. Estuviste aquí dentro siendo muy pequeñito, más que ahora.

Señaló a su abdomen. Ryūnosuke le sonrió travieso.

— ¡Mamá!

En ese momento...

— ¡Ryū-kun! ¡Atsushi bebé y yo queremos jugar contigo! ¿Qué haces aquí solito?

Se acercó Ranpo. Ryū iba a explicarle con sus palabras sobre el tío Fi-fi, cuando éste desapareció de su vista también.

Los gestos de Ryū se volvieron tristes. Empezaba a derramar lágrimas.

— ¿Eh? N-No llores, bebé. ¿Hice algo mal? Sólo quiero incluirte en el juego...

El nerviosismo de Ranpo de ser inexperto en bebés estaba llegando a su límite. Iba a sacar una paleta, cuando el azabache soltó el llanto, buscando con la mirada a su tío perdido. No tuvo más opción que levantarlo en brazos y empezar a dar palmadas en su espalda con delicadeza, para intentar tranquilizarlo.

— ¿Qué sucede, Ryūnosuke? Llamaré a mi hermanito. No, mejor iremos con ellos. Él sabrá que hacer.

— ¡Tío Fi-fi!~ She fue...

Estiraba su brazo hacia la dirección donde Fyodor estuvo sentado. Sollozando, mientras era trasladado por el detective hacia el interior de la casa.

×××

— Osamu-kun. Bebé Ryū está llorando mucho, no lo comprendo.

Entregó al niño a los brazos de Dazai, quien pronto revisó el pañal de Ryūnosuke echando un vistazo. Al no tener nada, lo acunó en sus brazos al lado de Chūya y empezó a arrullarlo.

— Gracias, Ranpo...

Aún no se acostumbra a tener un hermano mayor. El detective regresó al patio a jugar con Atsushi, dejando a Dazai y Chūya solos con el niño azabache.

— Dazai, hay algo que no te he dicho...

El tono de voz de Chūya esta vez era serio. Agitó el biberón de Ryūnosuke para luego dárselo, sin asustarlo. Ryū se alimentaba sólo, sujetando el biberón con ambas manos, cerrando sus ojitos en brazos y regazo de Dazai.

— Dime, Chūya.

— En el pasado yo... Tuve un amante... Una cosa llevó a la otra y... Directo al punto, Dazai. Ryū es mi hijo biológico.

Un silencio de segundos se hizo presente. Dazai apretó sus puños y su semblante daba miedo. Encontrar a Ryū, recién nacido, tirado en la basura, con arañazos de gatos y baba de perro. Con picaduras de hormigas y bastante sucio. Y ahora saber que uno de los responsables fue Chūya. No era algo fácil de digerir.

Chūya, vete de aquí ahora. No quiero verte. Necesito un tiempo a solas.

— Pero...

— Vete.

Notó que Ryū se había quedado dormido, así que le apartó el biberón.





Fue corto, espero el siguiente sea más largo y mayor redacción! Debo ir a dormir!

¿Pleito?
¿Discusiones?
Chūya no merece a Ryū y Ryū no merece un padre como Chūya. Al menos No ahora.

¿Alguien sintió penita por Fyodor?

¿Quieren una historia de Fyodor y Ryū siendo padre-madre e hijo? Algo soft?

ENAMORADO DE UN IDIOTAWhere stories live. Discover now