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–Hoseok

El castaño estaba encima de un auto mientras miraba el lugar desierto. Estaban en una planta de agua abandonada, el sol estaba muy brillante mientras el solo estaba allí, como si lo tomara.

–Hoseok

Sus pensamientos estaban en aquella madrugada que paso junto a una chica desconocida. No tanto desconocida, ya que ahora vivía desde hace horas en sus pensamientos. Sonrió inconscientemente al recordar cómo se despidió, y lo hermosa que era.

– ¡Maldita sea, Hoseok!

Este brinco en su lugar y observo al otro castaño que estaba de brazos cruzados, rojo y con lentes de sol.

– ¡¿Crees que me gusta tomar el maldito sol y deseo verte como una estúpida enamorada?!– Bufo acercándose lo suficiente– ¿Qué sucedió anoche?

–Una trampa, Yoongi– dijo suspirando– creo que fue el mismo director quien tal vez la puso para nosotros, pero fue un completo bruto, tuve que esconderme en una de las habitaciones del lugar.

–Ese...– Yoongi respiro y toco el puente de su nariz– definitivamente estará en la lista negra, no le daremos más oportunidades. ¿Te vio?

–No– sonrió– uno de los policías que trabaja para nosotros fue el que lo hizo y los despisto, así que nada saldrá mal.

–Eso espero, sé que no tendremos problemas por esto, pero me imagino que a Seokjin no le agradara lo que hizo el viejo baboso– bufo– Namjoon llego ayer, está en una clínica siendo tratado.

– ¿Sucedió algo, Hyung?– pregunto preocupado.

–Solo una puñalada, pero no fue lo suficientemente profunda, estará bien, mañana se trasladaran a un apartamento en Seúl, junto su pareja– sonrió de lado al verle los ojos abiertos al chico– el desgraciado se casó, ¿Y qué crees? No nos dijo.

–Sus razones tendrá, Hyung– resto importancia y sonrió como tonto otra vez.

–Hoseok– este lo miro– ¿A quién conociste?

...

La clase de cocina para muchas era una diversión, podían preparar cualquier receta que quisieran sin ningún impedimento. El olor delicioso que desprendía aquel lugar llamaba la atención de algunos de los profesores y alumnas.

Menos para Amber, para ella esta clase era una tortura, hasta el agua se evaporaba con tan solo ella colocarla al fuego.

–No quiero hacer esto– soltó aquella cuchara haciendo un puchero.

–No puede estar mal, solo es salsa de tomate– Wendy se acercó a probar, mala idea. Corrió hasta el fregadero y bebió lo más posible que pudo agua para aliviar– Como... ¡Amber eso tiene mucha sal!– exclamo al calmarse.

– ¡Te dije que nos soy buena en esto!– chillo tirando la cuchara a un lado– quería jardinería.

–Lo sé, solecito– suspiro acercándose a ella– solo no quería estar sola, todas tenían una pareja menos yo. Hablaremos con el profesor, y veremos si puede colocarnos en eso que te gusta ¿Bien?

–No creo que quiera, es muy difícil convencerlo.

– ¡Yo lo hare!– la entusiasmo– buscare la forma de que nos cambie esta clase.

...

Amber con mucha tristeza coloco la flor seca dentro de la papelera, se había marchitado. Por alguna razón se había sentido sola desde que abandono la clase de cocina, sabía que no era lo suyo, además su amiga estaba allí para ella. No entendía porque el vacío en el estómago, o en su corazón. Había superado hace muchos años que no tuviera un ser que la abrazara y le dijera cuanto la amaba.

Había superados sus heridas de no ser amada como muchos afuera, no sabía el pasado detrás de su abandono, tampoco sabía que le repararía el futuro ¿Por eso se sentía así? O ya estaba al corriente de la respuesta. De todas formas cualquier pensamiento negativo o triste para ella se evaporó al ver como una mano masculina colocaba un girasol en su visión.

Se giró lo más rápido que pudo y nuevamente como si fuera un sueño esta vez, como si el mundo quedara en pausa ellos se encontraron cara a cara, con la luz del sol entrando por la ventana, ambos ojos chocaron causando un calor extraño en su pecho. ¿Qué era aquello?

– ¿Hoseok?

Este sonrió mas en grande al escuchar su nombre en esos dulces labios, camino un paso y estiro nuevamente aquel girasol que tomo prestado del jardín trasero. Por alguna razón no la saco de su pensamiento cuando llego a su casa, mucho menos cuando tomo su motocicleta y condujo nuevamente hasta las afueras de Seúl. Era un sentimiento extraño para ambos, pero cualquiera que estuviera con ellos lo interpretaría de inmediato.

Si era lo que él pensaba, si era lo que creía... entonces se sintió capaz de hacerlo y tomarlo sin posibilidad de soltar. Aunque tuviera riesgos lo haría, después de todo aquellas palabras de su mejor amigo hicieron y tocaron en él.

Solo inténtalo, así no te arrepentirás en el futuro.

–Hola, girasol.

–Hola, girasol

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Rapunzel 🌻Jung Hoseok🌻©Where stories live. Discover now