12. Fuego control.

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No había manera en que sus mentes no se fusionarán sin que quedarán ciertas cosas al descubierto.

Pero a pesar de que Jimin tenía muchas cosas que no quería que él supiera, no tenía nada que lo avergonzara, solo un corazón roto y un par de situaciones absurdas. Había luchado cada día por aniquilar la energía del pelinegro, para que está no los matará a los dos, en realidad su historial estaba limpio. Lo que le preocupaba más bien era el futuro, un mismo pensamiento muchas veces podría llegar a ser peligroso.

Pero a decir verdad había callado por su propio bien.

¿De qué le servía a Jungkook saber todo esto?

Jungkook era un chico demasiado rápido para sacar conclusiones apresuradas, testarudo pero preocupado por los suyos, por el pueblo. En esencia era bueno por eso Jimin lo apoyaba, en las misiones entendía casi en su totalidad lo que él quería y Jimin lo ejecutaba a la perfección, sin importar las consecuencias.

De esa manera no había fallas en su relación, no había necesidad de hablar en directo, ni de tocarse ni de mirarse.

Alejado de él siempre para darle esa oportunidad de decidir.

Mientras que Jimin pensaba todo esto sabía que no estaba solo en su mente.

Había sentido su presencia en cuanto se había caído la pared que bloqueaba su pensamiento.

Jimin estaba moviendo la espada como en un ritual, en la cima de aquella montaña al amanecer, decidido dejaba al descubierto su alma de una vez por todas.

Le dejó en claro que no lo odiaba, al contrario, entendía las razones para no aceptarlo y por eso lo dejaba ser libre.

Movió su cuerpo y siguió apuntando la espada.

"No deberías ansiar más de lo que puedes comprender"

Le dijo mentalmente cuando el pelinegro salió a su encuentro, mirándose a los ojos, Jimin guardó su espada y alzó su mano hacía él.

"Ahora dame tu energía"

Con las manos en los bolsillos y recargado en el perfil del templo Jungkook sonrió de lado.

La noche anterior lo había visto en su mente, era el él que no quería darle su energía para hacer fuego, por qué temía lastimarlo de nuevo. La única manera en que el fuego volvería era si compartían sus mentes.

Jimin alzó una ceja exasperado por su aparente tranquilidad.

Un estremecimiento recorrió su cuerpo sintiendo que la energía fluia por su cuerpo de forma basta, llenando cada célula de una calidez sin igual, pronto en su mano creció una pequeña flama azul. Un alivio recorrió su alma, sonrió observándola, sintiéndose de nuevo con valor por ser capaz de canalizar su energía en forma de fuego.

- No es así - dijo Jungkook al instante – tu valor no depende de tus poderes.

"Cállate no lo arruines" - Inquirió Jimin mentalmente de forma natural.

- Pero quiero explicarte.

"No es necesario, lo sé todo"

El pelinegro caminó hacia él y la llama creció. La sonrisa de Jimin fue más pronunciada cuando dio la vuelta creando un aro de fuego alrededor de él.

"No te acerques" – Amenazó el rubio, sabiéndose de nuevo peligroso.

- Solo quiero saber si es verdad que no me hace daño.

Jimin esperó que él tocará la llama.

La quietud de la mañana creaba una tensión en ellos, ese pequeño experimento era de suma importancia para su futuro. La única duda que cruzaba en su mente no fue capaz de decirla con palabras.

El Dios del Fuego.Where stories live. Discover now