Eris Macmillan vive sumergida en su propio mundo, yendo a contracorriente de todo, dictando sus propias creencias sin dejarse llevar del todo por lo tópico, lo que por consecuente la hace una chica solitaria al no ser aceptada por como es.
Pero...¿Y...
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Hoy era el día más esperado por Eris, la salida a Hogsmeade y nunca ha estado tan nerviosa como ahora, lo peor de todo es que el profesor Dumbledore aún no le ha dicho nada y eso ya le comienza a desesperar ya que faltan solo minutos para la hora de salida y ahora se encuentra más callada que nunca mientras está con los primos Black y Eloise, estos se dieron cuenta de su actitud pero no dijeron nada hasta que ya no soportaron la intriga y preguntaron.
— ¿Qué te sucede? — preguntó el pelinegro.
— Te ves nerviosa — dijo Narcissa.
— Y no has hablado en todo el día más que con monosílabos y eso no es normal teniendo en cuenta que casi siempre hablas de distintas cosas que a veces ni siquiera nosotros sabemos o entendemos.
— Estoy bien, solo emocionada por ir a Hogsmeade y estoy pensando en todo lo que compraré — mintió.
— Debemos pasar a comprar muchos dulces — habló Narcissa con el fin secreto de que eviten hacerle más preguntas a la chica porque es obvio que esconde algo más.
— Yo muero por una cerveza de mantequilla. Te va a encantar Eris — siguió Eloise.
— Seguro que sí.
Eris no sabe cómo decirle a sus amigos que no estará con ellos en Hogsmeade en el caso de que Dumbledore le confirme que su tía Melania la estará esperando para hablar.
— Ya deberíamos irnos para poder agarrar un carruaje vacío — anunció Regulus.
Las chicas asintieron y juntos empezaron a caminar al patio entre conversaciones banales en donde nuestra protagonista trataba lo máximo posible de no perderse en su mente y aportar opiniones que no le hagan sospechar más por su actitud. Y se preguntarán cómo es que ahora Eloise se unió al trío luego de no soportarlos, eso se dio en la semana cuando Eris prácticamente la obligó a socializar más con Regulus y resultó que no es tan amargado como pensó, hasta comporten algunas ideas y gustos. Un poco después se abrió con Narcissa y también descubrió que no es una estirada mimada como la tenía, por lo que se dio cuenta que todo este tiempo los estaba juzgando mal por lo mismo que todos, por ser de Slytherin y sangre pura, pero en cierta forma se le entiende dado que toda su estancia en Hogwarts la mayoría de esa casa y estatus de sangre le hicieron la vida imposible, insultándola por ser nacida de muggles y más tarde a los doce por declararse lesbiana públicamente cuando le dio un piquito a una de su compañera en el gran comedor, era obvio que los metería a todos en la misma bolsa pero lo importante es que ahora se dio cuenta que no debe juzgar a las personas antes de conocerlos.
