Capítulo 4

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*Sonambulismo*
*Gael Mackenzie*

A las 3:09 AM, mi madre y mi madrina, decidieron regresar al club del cuál dijeron que no debieron haberse ido. A esa hora Diana estaba muy cansada y dijo que quería regresar al hotel, por supuesto Marcela no quería que Diana regresara sola, pero en el Club solo habían puros borrachos, así que me ofrecí yo mismo a llevarla, porque además, siento que me gusta mucho pasar tiempo con ella, me gusta su nerviosismo y sus ganas de disimular.

No quedó otra alternativa, así que yo mismo la llevé hasta el hotel, discutimos mucho porque a ella le gusta One Direction, y a mí no, pero en la mayoría del tiempo solo hubo silencio.

Al llegar al hotel, cada cual fue a sus respectivas habitaciones, yo me duché y me acosté, para cuando me estaba quedando dormido, sentí que llamaban a mí puerta, y me quedé perplejo cuando ví a Diana envuelta en una simple toalla, ahí parada, para segundos después preguntar si podía prestarle mi ducha.

Mientras ella se duchaba, yo seguí acostado en mi cama, intentando dormir, pero no pude hacerlo sabiendo que esa mujer hermosa estaba usando mi ducha, estuve todo el rato dando vueltas en mi cama. Hasta que sentí la puerta del baño abrirse y me puse de pie para despedirme, aunque despedirme era lo que menos quería viendo a Diana con ese pijama de algodón que tenía puesto, no sé si ella sea consciente de lo hermosa que se vé hasta con un simple pijama, es como que tiene el poder de hacer de las cosas simples, las más perfectas. Trago saliva mientras la miro. Ella camina nerviosa hasta llegar a donde estoy.

__Gracias por dejarme usar tu ducha. __ Me dice con una sonrisa.

__ No es nada, puedes usarla siempre que te haga falta. __ Le respondo amable, y noto que ella me mira sorprendida, aunque hasta a mí me ha sorprendido tanta amabilidad por mi parte, en lugar de decir algún comentario pervertido.

__ ¿Quién eres y qué has hecho con Gael Mackenzie?__ Me pregunta ella sonriente.

__Creo que esa pregunta tengo que hacértela yo. __Le respondo, y mi corazón va tan rápido, que estoy empezando a pensar que estoy comenzando a padecer alguna extraña enfermedad cardíaca, que lleve en el diagnóstico su nombre.

Noto que ella se pone nerviosa, y Carraspea.

__Creo que lo mejor es que me vaya, ya es tarde. __Menciona ella por lo bajo.

__ Vale, que duermas bien, te diría que sueñes con los angelitos, pero prefiero que sueñes conmigo.

Ella se ríe tras mi comentario, y se va caminando por el largo pasillo hasta llegar a su habitación.

Es increíble el vacío que siento que me deja cada vez que se aleja. Es como que nunca me parece suficiente el tiempo que pasamos juntos. Siempre tengo esa incómoda sensación de necesitar más.

Me acuesto de nuevo, en un intento de dormir.

{•••}

No sé que hora es, ni qué carajo quieren, ni quién demonios es la persona que está golpeando mi puerta. Me siento en la cama y bostezo, mientras sigo escuchando los estruendosos golpes que le están dando a mí puerta, miro mi reloj, ¡Puta mierda! Ahora es que apenas son las seis de la mañana. Camino hacia la puerta con pésimo humor, y la abro. Me quedo helado, inmóvil, mirando a Diana parada de nuevo detrás de mi puerta, pero con los ojos cerrados, como si fuera una zombie, hasta me da miedo.

__ ¡¿Diana!?, ¡¿Estás bien!?

Ella ni siquiera parece escucharme, ahora está entrando a mí habitación, tirando todo por todas partes. Ahora ha salido de mi habitación, y ha empezado a bajar las escaleras que llevan a la primera planta del hotel. ¡Genial, está sonámbula,  así que a la velocidad de la luz me pongo una camisa de hilo blanca que había dejado tirada en el suelo, meto dentro de uno de sus bolsillos arrugados mi amado iPhone, salgo de mi habitación y la persigo!.

Tentación [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora