Tentación [En Edición]

Capítulo 18

*Soy el mayor idiota del mundo*
*Gael Mackenzie*

No puedo explicar toda la rabia que sentí cuando escuché la voz de Kenneth. No soporto a ese pedazo de mierda que tengo como primo. Me contuve para no arrancarle de las manos a Diana su teléfono e intervenir en la llamada desde el primer segundo, pero al muy estúpido solo se le ocurrió ofenderla.

__ Y tú un maldito gilipollas. Piensa bien tú selección de palabras cuando vayas a dirigirte a Diana, Kenneth Evans Mackenzie. __ le advertí.

__ ¿Primo? __ respondió Kenneth con sorpresa.

__Hace mucho tiempo que yo no soy tu primo, Kenneth, y métete una cosa en tu pequeño cerebro, Diana no te debe explicaciones de ningún tipo a ti ni a nadie.

Diana me estaba escuchando atenta, sin mencionar ni una sola palabra. Su vista estaba clavada en el suelo. Parecía perdida o ida. Debe estar procesando que el estúpido de su mejor amigo y yo somos primos y ahora es que ella se entera.

__ ¡Aléjate de Diana, imbécil! ¡¿Qué problema tienes con dejar el pasado atrás!? No puedo creer que en serio estés jugando con la mejor chica de este puto mundo solo por joderme la existencia, Gael. __ habló Kenneth.  Sentía como mi pecho se apretaba.

Ahora la vista de Diana estaba sobre mí. Me estaba mirando confundida, con las cejas arrugadas. Exigiéndome una explicación con la mirada.

__Cállate, Kenneth. __ le dije en tono de advertencia. Está colmando mi paciencia.

__ ¿Ahora quieres que me calle, no, primo? Dile a Diana la verdad y no seas tan cobarde y tan gilipollas, ella no es igual que Lorena, ella no se lo merece. Supera que me follé a tu ex de una maldita vez, pero no te metas con Diana solo por devolverme la herida, porque le estás haciendo más daño a ella, y tú perfectamente sabes que Diana es especial, Diana no es igual que ninguna otra mujer que hayamos conocido en la vida.

Diana abrió los ojos con sorpresa. Los mismos se llenaron de lágrimas y sentí como si miles de cuchillos atravesaran mi pecho.

Lo arruiné todo.

Hasta aquí llegó mi mentira.

Kenneth tiene razón. Soy mil veces peor que él. Yo sí soy un puto gilipollas.

Una lágrima rodó por las mejillas de Diana. Mi cuerpo se congeló. Esto es una puñetera mierda. ¡Joder!

Finalicé la llamada.

La mirada de desprecio de Diana me tenía petrificado. El miedo cruzó mi cuerpo. No puedo perder a Diana, ¡Joder! ¡Diana es mi puta vida!.

Más lágrimas brotaron de sus ojos.

Intenté hablar, decir cualquier cosa, pero solo pude abrir y cerrar la boca sin articular ni una mínima palabra. Intenté acercarme a ella, tocarla, pero apartó mi mano con asco.

Entonces varios recuerdos viajaron hasta mi mente.

«UN AÑO ANTES»

Mi tía Daniela, hermana de Caleb, mi padre, había ido a un hotel donde nos estábamos hospedando en Chicago  solo para vernos. Para mi desgracia había traído a sus tres garrapatas con ella, mis queridos primos. Kimberly me cae bien al igual que Kenny, pero eso no cambia el hecho de que sean como la garrapata de su madre.

El único problema es Kenneth... Kenneth era como mi mejor amigo, es mi primo hermano y yo siempre lo quise como si fuera mi hermano, pero él se folló a Lorena, con quién rompí hace dos semanas. 

Desde que terminé con ella he estado follando por ahí y rompiendo corazones a mi antojo, me he estado fumando porros sin parar, y me he hecho un par de tatuajes. Mis padres no me reconocen, y mucho menos mis padrinos.