¿Mi mate? ¿Alpha? [Terminado/Sin Editar]

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Ethan

—¿Hoy me llevarás tú hermanito?— la voz de Marissa retumban en las paredes de mi habitación. No puedo evitar soltar un gruñido.

—Marissa, por favor, es demasiado temprano para que estés despierta y mucho mas, para que estés en mi habitación, despertándome— me quejo poniendo una almohada sobre mi cabeza. Pero no dura mucha, ya que Marissa logra quitármela.

—Ya es tarde, son las 8:00 a.m.—se sube a la cama para brincar.  Sin muchas ganas me incorporo.

—Hoy entras a las 9:00 a.m.— le recuerdo. Qué sueño tengo.

—Como sea, ahora levántate, que tú tardas mas en arreglarte—

—Esta bien, per salte de mi habitación— le suelto un almohadazo.

—¡Oyes!— me lo regresa. Así nos estamos hasta que se va dejándome solo para que  pueda alistarme.

Me levanto para ir al baño. Y empezar mi cambió de imagen.

~Quiero salir, ir al bosque para comer algo~

—Sabes que puedes, pero hasta la noche—

~Pronto va ser luna llena, ¿lo recuerdas?~

—Lo se Demon— suelto un largo suspiró.

Cada luna llena, muchos lobos se reúnen al bosque Green, para festejar y agradecer a la Diosa Luna, por encontrarles a sus parejas. Oh muchos, solo van para poder pedirle encontrar a su pareja eterna.

~No tengo ganas de ir este año~ gruñe en voz baja.

—Ni yo tengo ganas, amigo lobuno—

~Mejor nos quedamos aquí, para vigilar la manada~

—Por primera vez estamos de acuerdo en algo— damos por terminada la conversación y me apresuró en terminar en arreglarme.

Por qué si no, Marissa seria capaz de venir a darme guerra como hace rato.

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En el transcurso del camino a la Universidad de mi hermana, me la pasé observando a los seres humanos que se ven por las calles caminando.

Se muy bien, que hay seres como nosotros, entre ellos  escondidos.

Hace siglos que no pisada la comunidad de los seres humanos.

En mis tres siglos que he vivido, no me había atrevido a venir acá. Hasta ahora, que a mí hermana se le ocurrió querer venir a explorarlo.

—Ahora que lo pienso Ethan, no te he presentado a mis amigas, cierto—

—Sera porque, no te había podido venir ya dejarte. Venir a traerte— me detengo enfrente de a Universidad.

—¿Quieres que te las presente?— me pregunta mientras agarra su mochila. Niego.

—No creo que pueda hoy. Otro día mejor— le sonrió para tranquilizarla.

—De acuerdo, nos vemos al rato— me da un beso en la mejilla para después salirse del auto.

Me preguntó, ¿Cómo son los mates de mis amigos y en especial el de mi hermana?

Sigo sin creerme que sus parejas sean Humanos.

Aunque, eso no debería de importar, si no, tener en nuestras vidas a un ser que nos ame y quiera estar con nosotros.

Cómo he dicho y diré, no me importa que tipo de ser, sea mi alma gemela. Solo que ya la quiero encontrar.