¿Mi mate? ¿Alpha? [Terminado/Sin Editar]

22

[Sam]

Esto es mucha información, que procesarlo en mi cabeza.

Muchas cosas que entender, sobre el secreto de Marissa y Ethan.

Sigo aún sorprendida, de lo me explicaron.

¡Los hombres lobos existen!

El lugar en el que viven ellos, se les llama manada, a Ethan se le conoce como Alpha o Alfa. Sus primos, o mejor dicho sus amigos Aaron y Brad son sus manos derechas, su Beta y Delta. Su nana es Caliss es una bruja.

Y mi hermano, mis amigas, y yo somos sus parejas eternas.

Wow, esto es nuevo para mí.

—¿Ustedes desde cuándo sabían el secreto de Aaron y Brad?— les pregunto a las chicas, mientras caminamos directo a la Universidad.

—A mi Aaron me lo contó cuando nos hicimos novios, era necesario saberlo. Bueno en pocas palabras, nos lo dijo tanto a mi como a mi papá—

—Por esa razón andabas muy pensativa — comenta Kath.

—Oh con razón— cruzamos la calle al ver qué no hay autos cerca. —Y tu, ¿Kath?—

—Pues, me lo dijo , el mismo día del ataqué, porque logre ver unos lobos grandes, y no tuvo de otra más que decirme —

Asentimos, sujeto bien mi mochila, sonrió al pensar en Ethan.

—¡Lo pueden creer! Somos parejas de hombre lobos— exclamó riendo.

—Y nosotras creyendo que nos quedaríamos, solteras—

—¡Nuestros novios o lo que sean! Se pueden transformar en lobos gigantes— lo último lo susurro Kath.

—Lo más genial es que, sus lobos son otras personalidad, aparte de ellos— digo mientras vamos en filita las tres por la banqueta.

—Si, mi papá casi le da algo, cuando Aaron soltó la bomba, todavía anda en eso, que mi novio es un ser muy diferente—

—Lo bueno que tú papá, no acepto—

—Eso si, me preocupada, pero ya no—

—El caso es que, tenemos novios— suelta Kath, y las tres nos reímos.

Después de varios meses, tenemos novios. Unos más geniales. 

Llegamos a la Universidad, para irnos a sentar en la banca de siempre pera esperar a Marissa y Sonia.

Cada una de nosotras, revisa sus apuntes, mientras no abren.

En eso, vemos la camioneta en la que siempre llega Marissa.

Cosa que no evitar emocionarme, provocando mis latidos de mi corazón, se aceleren.

Una risa debo de tener al ver qué está frente la camioneta.

Pero está desaparece, al ver qué solo sale Marissa, y la comioneta se va.

Marissa al ver nuestros cara de tristeza, habla.

—Buenos días, disculpe los, es que tenían un asunto que atender pero en las salida vendrán— nos explica.

Las tres nos encogemos de hombros.

—No importa, entendemos que tiene trabajo— respondo un poco triste.

—Descuiden, ellos están igualó peor, queriendo verlas—