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[Logan]

Como siempre, despierto antes que mi hermana.

Hoy me tocó descansar, así que decidí que podría ir a visitar a Sonia, la última vez que la vi, fue cuando estaba en el hospital. Toda mallugada.

Todo por ese imbécil, como me gustaria tenerlo enfrete de mi para poder molerlo a golpes.

Lo que le pasó a Sonia fue culpa mía, jamás debí presentarlo aquel día. Si tan solo pidiera retroceder el tiempo.

Sonia para mí es como mi segunda hermana pequeña. Conozco a Sonia desde hace mucho tiempo, era obvio tenerle mucho cariño.

Sonia siempre su lo contrario de Samantha, como recuero durante su etapa de Adolescentes.

Samantha, fue muy extrovertida, le gustaba mucho hablar de cosas locas mientras que a Sonia, a ella le daba mucha pena, al tener de que hablar.

Era divertido ver cómo Samantha siempre arrastraba mucho la Sonia por cada locura que quería hacer.

Sonrió al recordar esos tiempos.

Preparo un desayuno rápido para Samantha. Esta claro que sí no encuentra nada en la cocina, está niña no querrá dejar desayunado, porque se la hace tarde.

Taradeo un canción en voz baja mientras me concentro.

El sonido de mi celular me saca de mi concentración.

Lo agarro para ver quién es. Al prenderlo veo que es un mensaje de Marissa.

Oh la güerita. Muerdo mi labio al leer lo que me dijo.

[Güerita:
Hola Logan, solo te mando este mensaje para decirte que nos vemos cómo quedamos]

Acaricio mi barbilla pensando en que responderle.

[Yo:
Pasó por ti a las 4:00p.m. por el parque Güerita.
;) ]

Lo envío y sigo con lo mío.

Escucho pasos por las escaleras señal que Samantha ya se despertó.

—Buenos días fea— la saludo al escuchar que entro a la cocina.

—Fea tu.....—

—Antes que lo digas, solo recuerda que tenemos la misma abuela— como estoy de espalda, preparando lo que desayunara solo la escucho bufar.

—Espero y te apresures en preparar mi desayuno— asiento.

Terminó mi obra de arte, dando me vuelta para dejarlo en la mesa.

—Ahí está, te deje el almuerzo y cena en el microondas, no se cuándo tarde afuera— le explicó.

—Esta bien— me dice con los ojos entre cerrados. —¿Todavía no piensas decirme con quién irás?— me interroga.

—No—le sonrió inocente. —Portate bien, mientas que no estoy en casa— la despeinó ganandome un manotazo.

—¡Deja mi cabello!— refunfuña. —Espero y lo me cuentes cuando llegues—

—Si, si mujer, me voy— agarró las llave de mi auto. —¿Oyes segura que no quieres que te dé un aventon?— cuestiono viéndola.

—Nah, sabes que me gusta caminar que ir en auto. Lo necesitas más tu qué yo— hace un ademán con su mano mientras bebé de su chocolate caliente.


¿Mi mate? ¿Alpha?  [Terminado/Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora