¿Mi mate? ¿Alpha? [Terminado/Sin Editar]

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[Ethan]

En la mañana siguiente, me desperté más temprano de lo habitual.

Ayer en la noche, recibí un mensaje de Samantha, diciéndome que su hermano, junto a sus amigas llegaron poco tiempo después que me fuera yo.

Podría decir que, me siento el hombre más feliz del mundo, ¿Motivo? Samantha, mi Luna. Las citas que tuvimos salieron más que perfectas. Y más que me atrevo a besarla.

¡Carajo! ¡Bese a mi Luna! 

¡Mierda! Ese día fue el mejor puto día de mi vida.

Correción, uno de mis mejores días. Porque el mejor día fue cuando la encontré, después de tanto tiempo, había encontrado a mi mate.

Cuando mis labios rozaron los míos, no pude resistir para besar de una vez. Cosa que Sam también me correspondió.

Por eso cada que podía le podría robar uno que otro beso inocente.

Cosa que tambien alteraba a Demon, que se quería lanzar encima de Sam. Tenía que controlar la situación.

Pero ahora, me considero un imbécil, ¿Por qué? Porque ahora quisiera ir y poder besarla, y no, no puedo ir solo a eso, Samantha está pasando por un mal momento.

Y por supuesto que me sentí un inútil, al verla llorar, y preocupada por su amiga Sonia. Puede que nuestra cuarta cita no hay resultado como quería, no quería que mi Luna terminará en ese estado, toda triste. Lo que agradezco es que me haya permitido estar a su lado.

Así que, por es motivo decidí ir a buscar a Isaac. A su Reino. Importando un carajo las putas reglas. Ese hijo de puta se atrevió a golear a su pareja. Ese desgraciado tuvo la suerte de encontrar a su chica tan joven, mientas que otros nos cuesta poder hacerlo. Desaprovechó un gran oportunidad.

~Estamos cerca~ me dice Demon.

Para no alarmar a nadie de mi manada, ni a los chicos. Decidí venir solo transformado en mi forma Lobuna.

Por eso estamos corriendo por el bosque al castillo del Rey Demonio.

~¡Espera!~ nos detenemos bruscamente. ~Esta por aquí, sigue su olor~el olor a quemado me alerta.

Con pasos sigilosos seguimos el olor.

Una de las cosas de ser un lobo y más ser Alpha. Es que podemos ser silenciosos. Sin ser vistos. Somos depredadores de primera.

~¡Ahí está!~ veo al sujeto encima de un árbol que se encuentra tirado.

Vuelvo a mi forma Humana. Para poder enfrentarlo.

—¡Isaac!— le gritó su nombre. Haciendo que se de la vuelta. A principio pareció sorprendido, para después solo tener una expresión seria con melancólica.

—¿Que? — no se mueve, se queda quieto en su lugar.

Ya que el no piensa acercarse no hago yo. Y estando casi frente a el. Noto que tiene los ojos llorosos.

—Maldición, ¿no me digas que has estado llorando? —

—Ese no es asunto tuyo, si no mío—

—No estarás llorando por lo que le hiciste o si?—

—¡Cállate joder! — se apunta con la ojos llorosos.—Jamas quise hacerle eso......— niega.