¿Mi mate? ¿Alpha? [Terminado/Sin Editar]

5

[SAM]

—Samantha, ¡despierta!— suelto un quejido de molestia.

—Estoy despierta— respondo medio dormida.

—Bien, ahora levántate, que se te hace tarde— suelto un gruñido.

—Ya voy— con sueño me levanto para ir a baño y comenzar alistarme.

—Te espero en la cocina. Si no estás aquí en 20 minutos subo por ti— me amenaza.

—¡Que si hombre!—  me rasco mi cabeza. —Que lata da este......— bostezo, entrando al baño.

Espero que el agua esté calientita.

"20 minutos después"

Bajo las escaleras con mucha pereza. Restregandome la mano en mi ojo.

—Vamos Samantha, que hoy no te podré llevar, así que debes de apurarte, desayuna— me pasa mi plato con mi desayuno junto a mi juego.

—Para eso me despertastes super temprano, con que me hubieras dicho que no podrías llevarme, tu, me haria cargo yo sola— le digo. Pero niega divertido.

—Te conozco Sam, se habría hecho tarde—me lo dice en tono burlón.

—Que malo— le saco la lengua.

Comienzo a devorar mi rico desayuno que me preparó.

Rayos, Logan tiene razón. si no me hubiera despertado el, si estaría llegando tarde a clases.

Observo a mi hermano moverse de aquí para haya. desesperado por encontrar sus cosas. ya le había dicho que yo quería trabajar para poder ayudarlo.

Pero se niega dejarme trabajar. Dice que debo concentrarme en mis estudios.

Solo espero a que lleguen las vacaciones para poder buscar un  trabajó. Asi no me distrairia de la universidad.

—Te quiero Sam, te cuidas, nos vemos en la noche. Por favor, vete con cuidado.— me da un beso en la mejilla.

—Yo también te quiero hermanito— sale de la casa, dejándome sola.

Genial, me toca caminar. sera mejor que termine mi desayuno antes que se me haga tarde.

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Al llegar a la universidad, me encuentro con las chicas.

—Buenos días chicas— las saludo.

Kath con Nath me regresan el saludo.

—Y que paso, ¿Logan no te pudo traer?— me pregunta Kath.

—No, al parecer hoy Logan tenía que irse temprano, sólo alcanzo para despertarme y preparar mi desayuno—me explico.

—Oh miren, ya llegó Marissa— señala un auto Nath.

Observamos un auto negro, en el que baja Marissa, se despide y se encamina hacia nosotras.

—¡Hola chicas!— nos saluda alegremente. Para después irnos a dentro.

En el pequeño transcurso, platicamos.

—No es por ser chismosa ni nada. Pero, ¿Quién te trajo hoy Marissa?—pregunta Kath. Nath se ríe.

—Por que no mejor, le preguntas directamente amiga, ¿En donde está sus primos?— la cuestiona, haciendo que ella se sonroje de vergüenza.

—¡LO MISMO DIGO PARA TI!— se defiende llena de vergüenza.

Como están apunto de pelear, mejor intervengo.