La Tercera Rama©──｢ɴᴀʀᴜᴛᴏ ғᴇᴍ｣

03|"Kekkei Mora"

Los personajes no me pertenecen, todos los derechos a Masashi Kishimoto; los edits tampoco, créditos a sus respectivos creadores.

Si quieren una dedicatoria pídanlo en los comentarios.

Ahora si, a darle con el capitulo.

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Se había estado preparando para algo como esto en los últimos dos meses. Sabía que algo a lo que debía acostumbrarse, y tener claro cada ninja, era que llegaría el momento de quitarse una vida.

Así que quería sacar eso del camino.

Realmente evadir la seguridad de la aldea, mientras tenias un Byakugan, y habías esta o estudiando las patrullas de ANBU durante casi un mes entero, te daban la cualidad de poder escabullirte.

Había escuchado rumores de las caravanas de comerciantes que llegaban a Konoha, de una pandilla de bandidos, atacando a los civiles viajeros. Así que decido ir ella misma y ocuparse del asunto, al final solo eran civiles con poco o nada de entrenamiento shinobi, y no escucho que algún ninja pícaro estuviera con ellos.

Primer error.

Subestimo su habilidades, creyó que ser la mejor en luchas con estudiantes de academia, te prepararía para enfrentarte a la realidad, de que nunca había quitado una vida, no creyó que eso la paralizaría tanto, tener sus manos manchadas de sangre, salpicaduras sobre su rostro y cabello, ver como la luz de ese hombre se apagaba.

Su estrategia fue simple, saca a la mayoría de los bandidos con tu arco, usando su Byakugan en la noche, primero porque ella podría ver los movimientos de todos en la oscuridad, segundo por su cobertura de arboles, y tercero por que casi se había fusionado con la sombras, ocultándose en ellas.

Había elegido un atuendo muy similar al de los cazadores ANBU, pantalones negros, un suéter negro de manga larga, y una armadura en el pecho, una mascara negra que ocultaba la mitad de su rostro, y una capa negra con capucha, para ocultar su cabello.

Al comienzo todo fue como lo planeo, y con sus flechas saco a 7 de ellos, antes que notaran esto, luego fue el momento de entrar verdaderamente en combate.

Segundo error.

Se había topado con al menos cuatro samurais deshonrados, quienes le habían dado pelea, aun así, para ella, no fue tan complicado desarmarlos, y cortarles la garganta, o paralizarlos con sus golpes Juken.

Pero al tener realmente sangre sobre ella, se había congelado, había bajado la guardia bajo enemigos, y por ello ahora estaba al borde de la muerte.

Tercer error.

No había confirmado si había algún shinobi entre ellos, solo dio por sentado que no lo había, y ataco sin darle importancia.

No sabia quien era, pero mientras la sujetaba con fuerza de su cabello, y la miraba con una sonrisa lujuriosa, que solo le dio repulsión, sabia que estaba en verdaderos problemas.

— ¿Pero que tenemos aquí? no creí que Konoha enviara a una niña a despacharnos.— se burlo el hombre— Dime niña, ¿donde esta tu equipo Genin, y tu Sensei?

Ella tembló, esa mirada desteñoza, esa sed de sangre por que ella había matado a sus camaradas, la intensión asesina. Todo la paralizo, no había estado lista para esto, y ahora pagaba las consecuencias.

Solo era una niña de 10 años, una niña tonta que cometió un error, subestimo a su enemigo, y su astucia.

— Sueltame— ordeno, revolviendo en el agarre de hierro, el hombre se burlo.