ʟɪᴜ ǫɪɴɢɢᴇ ᴠ.s ʟᴜᴏ ʙɪɴɢʜᴇ

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Binghe mostraba una sonrisa de autosuficiencia, su espada chocaba filo contra filo del cultivador que le estaba haciendo frente. Liu Qingge mantenía una actitud serena ante la pelea que estaba llevando con el Emperador, pero él tampoco dudo en soltar una débil risa. Parece que el discípulo de Shen Qingqiu tenía la fuerza suficiente para hacerle frente, pero no sabía que tan bueno era en batalla. Al final el niño se termino de criar en un lugar en donde los demonios habitan, ambos se valoraban entre si.

Tomaban en cuenta las debilidades que portaban y cual era la forma de luchar, para Liu Qingge tenía su forma de sostener su espada. Siendo delicada pero fuerte, cuando la blandía parecía que bailaba en el hielo ya que sus movimientos eran majestuosos y letales. Pero Binghe era una cosa diferente, a pesar de recibir la peor educación de su maestro, el agarra en su espada era firme y confiado. En la forma en que la blandía su espada significaba que el haber madurado suficiente en el abismo le hizo aprender miles de técnicas y métodos de batallas. Los cuales eran considerados oscuros para cualquiera secta cultivadora.

Ambos seres tenían una sonrisa en el rostro, su enemigo era poderoso y fuerte. Hasta que sentían que podían durar días luchando y jamás se cansarían, pero el cultivador mantenía en mente crear la distracción perfecta para el hibrido mientras que sus hermanos marciales buscan con desesperación a Shen Qingqiu. Los golpes de batalla iban y venían, en cada choque de espada salían pequeñas chispas de la fricción de ambas hojas.

Cheng Luan contra Xi Mo, ambas armas consideradas por el mundo de la cultivación como poderosas. Ya que las dos eran capaces de rebanar a una sola persona de un solo tajo, con solo ver el filo que poseían las dos espadas era suficiente para crear una firme investigación de que tan poderoso era el usuario que la portaba. Binghe en momentos notaba que el cultivador se contenía en fuerza pero la vacilación en blandir su espada era en segundos, parecía que solo estaba teniendo un pequeño enfrentamiento que una pelea. Para eso el medio demonio lo hacía enojar mucho más.

Binghe se alejo por un momento de Liu Qingge, vio por un momento al cultivador. Notando en él las pequeñas gotas de sudor que bajaban por el terso y pálida piel del cultivador, el medio demonio soltó un suspiro. Un presentimiento nació desde lo más profundo de su corazón, como si algo dentro de él le digiera que la pelea era una simple distracción. Y que el verdadero enemigo se encontraba corriendo dentro de sus muros del palacio Huan Hua, pero Binghe sabía que era una simple suposición.

-- Acaso eso...... fue el último de tus esfuerzos.-- se burlo Liu Qingge.

-- Te enseñare a no meterme en los problemas de un demonio.-- fue la escueta respuesta de Luo Binghe para una vez más lanzarse a la batalla. Pero con la motivación de ganar el encuentro y refugiarse en los brazos de Shen Yuan.

Tan solo imaginarse en los brazos de su amado, Binghe sonrió sin poder evitarlo. Los brazos de su querido esposo eran tan cálidos como un sol en verano, y las hermosas sonrisas que daba reflejaban el hermoso corazón que portaba. Qingge enseguida se dio cuenta sobre el cambio de fuerza en el medio demonio, los ataques eran directos y letales como si quisiera terminar rápido con esta batalla pero el cultivador no quería que el plan fuera descubierto.

'Supongo que tengo que utilizar toda mi fuerza en este encuentro' fue el pensamiento que tuvo Liu Qingge, Binghe no dejaba de aumentar su fuerza y para el dios de la guerra era un nuevo reto a superar. En el siguiente ataque que realizo el hibrido fue el momento que descubrió que el cultivador ocultaba una enorme fuerza, Luo Binghe mostró por un segundo el asombro que reflejo su perfecto rostro pero enseguida se recupero y continuo con la pelea.

Los saldados que salieron para auxiliar a su Emperador, contemplaron con asombro como su señor mostraba su fuerza ante el enemigo. La energía que soltaban en cada golpe que asestaban con la espada causaba una conmoción en las persona más débiles, en este caso al ejercito de Luo Binghe. Algunos soldados no podían evitar soltar ovaciones para su señor, pedían con exigencia que la sangre del cultivador sea derramada para obtener la victoria. Y un oído como el de un demonio, se escucho perfectamente la exigencia.

ʟᴀ ᴇᴍᴘᴇʀᴀᴛʀɪᴢ ᴅᴇ ʟᴜᴏ ʙɪɴɢʜᴇWhere stories live. Discover now