rιvαlѕ ↯ вαĸυɢō ĸαтѕυĸι

Capítulo 22; Ataque al campamento

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Mi estupidez podía llegar a tener elevados momentos de brillantez. Es decir, cuando mi estupidez desbordaba los rangos de estupidez. 

Pese a que tenía quemaduras y debía mantenerlas frías para tratarlas, yo decidí cubrirme con las mantas por la noche, pese a la advertencia de Aizawa sensei. ¡Solo porque tenía frío! 

Arrg. Al día siguiente había amanecido con más ampollas y con mi piel más sensible. Pese a mis intentos de esconderme de Aizawa sensei, caí. Caí en sus aburridos sermones. 

Durante aquel día permanecí bajo el cuidado de los Pussycats sin poder mover un musculo de la sombra, y cambiando constantemente los pañuelos húmedos donde tenía quemaduras. Todoroki-san fue muy amable al disculparse de mi condición, el corazón de aquel chico era más oro, que el mismo oro. Con una sonrisa avergonzada le confesé que habían terminado así porque las había cuidado mal. De todas formas, pareció comprensivo. No como cierto rubio que se burló de mí y se atrevió a tocar una de mis quemaduras. 

Durante el día, cada cuanto venía alguien a hacerme compañía, pero realmente querían escapar de sus entrenamientos. Apenas Aizawa los veía, estos corrían a hacer sus ejercicios. 

Estaba bastante desganada y avergonzada por mi idiotez. Ni siquiera los Pussycats pudieron sacar una sonrisa en mí rostro. Quería ir a casa con papá. Aizawa pareció mas comprensivo con el paso del día, y se acercó hasta mi lado para brindarme unas palabras de aliento —Cuando pienses en otra idea brillante, deberías consultarla con la persona más cercana a ti en esos momentos —palabras de aliento. 

—Arrg. De verdad lo lamento. Pero esa noche estaba siendo particularmente helada, sensei. No podía dormir. 

—Tranquila, Himari. El campamento aún no termina, solo descansarás mañana y hoy, y podrás retomar tus entrenamientos con protección. 

—¿De verdad?! Gracias, sensei. Me estaba sintiendo algo desanimada per... —Eraserhead me miró con su rostro aburrido y aclaré mi garganta con una tos falsa —. N-no. Ya no importa.

Al anochecer tuvimos que preparar nuestra propia cena, sin embargo, había podido librarme de aquello.

Los entrenamientos, tanto para la clase A como para la clase B, estaban lejos de terminar. Los Pussycats tenían una prueba para ellos, antes de que pudiera acercarme a participar, la bufanda de Eraserhead me detuvo, a mí, y a kirishima, Mina, Denki, Sero y Sato.

—Lamento decir esto, pero los de las clases extras deben venir conmigo.

—¡Yo aprobé! —me quejé indignada.

—Aprobaste por un punto, además debo vigilar que no hagas nada estúpido.

Aizawas nos llevó sujetos de su bufanda como si nos tratáramos de un cachorros.
Al llegar a la sala nos encontramos con el profesor Vlad, y el desagrado de Monoma de la clase B. Los chicos se apresuraron a tomar los puesto que estaban tras de él, quedando solo el espacio al lado de Monoma para mí —¿Puedo ir al baño antes? —pregunté con lástima.

—Ve rápido —respondió Eraserhead. ¡Bien! seguro en el baño se me ocurría algo.

Caminé por los pasillos hasta salir del edificio, para volver a los baños que estaban en la residencia de los Pussycats. Un resplandor azul deslumbró mi lado izquierdo cuando abrí la puerta, haciéndome girar mi vista a esa dirección, logrando ver al joven siniestro que erizó mi piel.

—¡Himari! —el grito alterado de Aizawa sensei me hizo reaccionar, alcanzando a cubrir mi cuerpo con mis cristales cuando el fuego iba a chocar con nosotros. Eraserhead había actuado a tiempo para tomarme en brazos con sus cintas para subir al tejado y así esquivar las llamas. Pero el fuego había hecho polvo mis cristales y había traspasado mi piel.

Apreté mis dientes cuando bajó del tejado mientras me aferraba al cuello de Aizawa sensei.

—Era de esperarse de un héroe profesional —dijo el joven con su piel parcheada.

—Tch. Himari, ¿estás bien?

—S-sí.

—Quédate detrás de mí —Aizawa sensei inmovilizó con facilidad al villano, mientras yo permanecía detrás de ellos. Definitivamente no estaba bien, cuando miré mis antebrazos y mis piernas me di cuenta de la gravedad de mis quemaduras. Mi piel estaba destruida y no pude contener mi llanto, no porque me doliera, más bien porque ya no sentía nada. Caí al piso y apoyé mi cabeza en las palmas de mi mano.

El villano con el cual peleaba Aizawa Sensei se hizo lodo sonriente para cuando llegaron Ida y Ojiro.

—¡¿Sensei qué fue eso?!

—¡H-himari está...!

—¡Tomen a Himari y vayan con el profesor Vlad. Llamen a una ambulancia ahora!

Apreté mi dientes intentando contener mis lágrimas en un intento inútil. Ida y Ojiro me llevaron con cuidado al aula en la que minutos antes había estado. Pese a que me dieron los primeros auxilios y habían evitado un shock por el momento.

—¡Sensei! ¡¿Qué hay de la ambulancia?! —gritó Mina después de 20 minutos.

—Ya no deberían tardar en llegar, pero...

Kirishima me levantó de la mesa para cuando irrumpió otra vez el joven con el quirk de fuego azúl, arrinconadno todas las mesas a un rincón mientras peleaba con el profesor Vlad. El clon se hizo lodo otra vez, cuando Aizawa que entró en el aula le propinó un golpe más fuerte de lo que pudo soportar —¡¿Himari está bien?! —preguntó.  Kirishima que aún me tenía en brazos respondió —Tiene heridas de tercer grado, sensei. Si no llega una ambulancia...

Aizawa se acercó hasta nosotros y limpió las lágrimas de mi rostro —Himari, Recovery Girl te curará, no te preocupes, estarás bien.

Asentí. Al momento, sentimos la telepatía de Mandalay. "Todos los estudiantes de las clases A y B tienen permitido pelear por la autorización de Eraserhead" miré al sensei a mi lado. ¿Realmente la situación era tan mala? "Su objetivo es capturar a Kacchan, evita el combate y huye"

—B-bakugou, ¿por qué...? —pregunté al momento que Aizawa sensei me levantaba en sus brazos.

—Vlad, te dejo a cargo. Iré hasta la residencia, los refuerzos no deberían tardar en llegar, tengo que sacar a Himari de aquí.

—Ve, Aizawa. Evacuaré cuando reciba la orden.

—Te los encargo —Aizawa corrió conmigo en brazos. Su rostro estaba tenso, y podía sentir que apretaba con fuerza su mandíbula. Mientras corría por el extenso bosque nos encontramos con otros alumnos, juntos, llegamos de prisa hasta la residencia de los Pussycats, donde se encontraba Todoroki-san, deku, y Shoji-san escapando del chico parcheado y otros villanos. 

Un villano con mascara le entregó al villano llamado Dabi una canica, cuando de ella salió... —¡Bakugou!

—¿Himari? —la nube negra tras de sí los absorbió. No quedó rastro de los villanos y Midorilla no estaba en mejores condiciones que yo. 

Pese a los eventos que estaban ocurriendo, mi mente y mi vista estaban comenzado a nublarse, incluso el rostro de Aizawa sensei no podía verlo con claridad. Estaba mareada y comenzaba olvidar lo que me tenía tan preocupada. ¿Por qué estaba en los brazos de Aizawa sensei?

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