ʟᴏᴜᴅ [LipSoul]

II

—¿Tu cumpleaños no es como dentro de un mes, Jinsoullie? —preguntó Yerim, sin quitar la vista del juego.

— Sí — respondió Jinsoul sin más.

Se habían juntado en casa de YeoJin para jugar con la Playstation y comer chatarra hasta que no pudieran más, y llevan al menos dos horas haciendo eso.

Para ese punto Yerim y YeoJin habían jugado al menos tres partidas y estaban muy emocionadas, a menos de un metro de la tele, moviendo el mando con furia mientras intentaban matar a la mayor cantidad de soldados del equipo contrario y sin ser aniquiladas.

Por su parte, ni Jungeun ni Jinsoul estaban interesadas en pelear por jugar (ya que ninguna de las chicas dejaba el mando sin pelear por continuar), así que se habían acomodado en el sillón, con Jinsoul acostada sobre ella misma y con la cabeza descansando en las piernas de su novia.

— ¿Diecisiete, verdad? — preguntó YeoJin.

— Sí— respondió de nuevo la pelinegra, cerró los ojos cuando sintió los dedos de Jungeun acariciar su cabello, haciéndola sonreír.

— ¿Cómo te acuerdas que será el cumpleaños de Jinsoul y olvidaste el mío? — preguntó YeoJin, ofendida, mirando a Yerim con el ceño fruncido.

— Recuerdo el cumpleaños de Jinsoullie porque sé que es como cinco meses antes que el tuyo— respondió.

— Cinco meses y trece días— corrigió Jungeun.

— Hasta Jungeun recuerda mí cumpleaños, y ni siquiera es mí novia— murmuró YeoJin, ofendida.

— Bah— masculló Yerim—. Como si supiera mi cumpleaños...

— Cuatro de junio— respondió automáticamente.

— Tú tienes mejor memoria que yo— se objetó la otra—. Y si tanto quieres a Jungeun porque recuerda tu cumpleaños que sea ella tu novia.

— Jungeun, ¿Quieres ser mí novia?

Jungeun frunció el ceño, mirándola con una mueca, no podía imaginar salir con la chica, pero al ver que la castaña se giraba hacia ella, haciendo un gesto con la cabeza hacia Yerim y le guiñaba un ojo para que siguiera el juego, la rubia comprendió.

—Me encantaría, YeoJinnie— dijo—. Pero no podría dejar a Jinsoul, ¿Te importa una relación de tres?

— Ni un poco— respondió la chica en la silla, con una sonrisa divertida.

—¿A ti, bebé? — JungEun miró a Jinsoul, quién intentaba no reírse en voz alta por lo absurdo de la situación.

La pelinegra negó, sonriendo con gracia.

— Genial, desde hoy es el día del YeoLipSoul— dijo YeoJin, un poco más alto de lo normal para que Yerim las escuchara claramente.

La castaña estaba ofendida, apretó el mando con algo de enojo, volteándose para verlas con el ceño fruncido.

— Genial, qué lindas amigas, dejándome afuera de los tríos, malditas-

— ¡Te mataron! — canturreó YeoJin, al ver la mitad de la pantalla de la televisión, que correspondía al mando de Yerim, en color rojo con el cartel de "Game Over", y no pudo evitar reír al escuchar a la chica insultar con palabrotas que jamás había escuchado en su vida por un estupido juego.