XI

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En casa, Jungeun se sorprendió un poco cuando Jinsoul tomó su mano, sin decirle nada, tomó un par de toallas del estante, dejándolas sobre el pecho de la rubia para que las sosteniera.

— ¿Qué? ¿Para qué-? — Jungeun dejó de hablar cuando notó que Jinsoul se dirigía hacia el baño.

De repente, la idea de lo que su chica quería apareció en su mente, y quiso irse y a la vez no.

Jinsoul la hizo pasar al baño, cerrando la puerta detrás de ella.

— ¿Jinsoul? ¿Q-Quieres que n-nos...?

Jinsoul rió ante lo ruborizada que estaba Jungeun, quien había apretado las toallas con fuerza sin darse cuenta, todo gracias a lo nerviosa que estaba.

La pelinegra tomó ambas toallas para colgarlas en los ganchos de la pared.

Se acercó a Jungeun para dejar un pequeño beso sobre sus labios, miró los gatunos ojos de la chica nerviosa frente a ella.

Baño de novias— respondió simplemente.

—¿Tú... En serio quieres...? — Jungeun no podía creer a su linda chica, aquella tímida que la obligaba a voltearse para cambiarse y que era muy protectora sobre su intimidad hacer algo así.

Jinsoul comprendió la sorpresa de su novia por lo que estaba haciendo, ella no era de hacer esas cosas.

Soltó un pequeño suspiro, no quería hacerlo, pero se sentía muy nerviosa desde que había tenido su ataque de pánico, y la presencia de Jungeun la calmaba.

No quería separarse de ella por miedo a sentirse tan asustada como lo había estado, pero también se sentía sucia, quería borrar los recuerdos con una ducha, como si pudiera quitárselos así de fácil, necesitaba un baño.

Sonriendo de forma tímida, volvió a alzar la vista hacia Jungeun.

Quiero... Estar contigo— dijo, bajo—. Y también quiero bañar-me— añadió, sin querer decir más.

Jungeun respiró profundamente, intentando bajar sus pulsaciones.

— Está bien si así lo quieres, Jinsoul— dijo, acarició un poco el cabello de la chica—. Sólo me puse nerviosa porque creí que querías... Hacer algo.

Jinsoul tardó un momento en entender a lo que se refería, y Jungeun rió con ternura hacia su inocente novia.

Al comprender, Jinsoul abrió los ojos como si se hubiera asustado, se ruborizó hasta las orejas y escondió el rostro en el pecho de Jungeun, quien la abrazó con algo de gracia.

—Está bien, bebé, no haremos nada, no te preocupes— dijo la rubia, frotando la espalda de Jinsoul.

Soy inocente— la escuchó murmurar en su pecho.

— Claro que lo eres, amor.

ʟᴏᴜᴅ [LipSoul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora