XX

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Con el cabello aún húmedo por la reciente ducha, Jinsoul tenía la mirada baja y los labios apretados.

Jungeun, aún acomodando su camisa dentro de su pantalón, no pudo evitar notar el estado de animo de su novia.

Ni bien habían llegado a la casa de la tía Loon que ya las había apurado para bañarse y ponerse ropa decente, casi formal, ya que esa misma noche celebrarían el cumpleaños de Jinsoul con sus familiares, aún cuando faltaban varios días.

— ¿Por qué esa cara? — preguntó la rubia, haciendo que Jinsoul alzara la mirada hacia ella—. Estás igual que cuando vas al doctor, Jinsoullie— añadió, se sentó junto a ella en el borde de la cama— ¿Tus familiares te van a regalar vacunas o algo?

Jinsoul frunció el ceño, las bromas estúpidas de Jungeun, en un intento porque se relajara un poco, no ayudaban, por el contrario, sólo la molestaban más.

Con un suspiro, la pelinegra negó.

No quiero estar... Con e-llos— murmuró, luego de un momento de silencio—. Mu-cha gente, y no son... Bu-enos.

Jungeun frunció un poco el ceño.

— ¿Te han hecho algo malo?

Jinsoul dudó un momento en si asentir o negar.

Cri-ti-can — pronunció con lentitud—, mu-cho.

— No los escuches— dijo Jungeun, hablando suavemente pero con total seriedad—. Cualquier cosa que digan que te moleste, nos levantamos y nos vamos, o dime y los mando a la mierda, todavía no aprendiste a insultar.

Jinsoul sonrió por la oferta, pero no pudo evitar empujar un poco a Jungeun por la última parte.

Ton-ta— murmuró.

Jungeun desordenó el cabello de la chica, haciendo que esta terminará por levantarse para poder escapar, dedicándole una mirada molesta a la mayor.

Ahora debía peinarse de nuevo sólo por culpa de Jungeun.

ʟᴏᴜᴅ [LipSoul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora