III

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YeoJin vivía junto con su abuela, y cuando sus padres se iban por algún viaje de trabajo quedaban a cargo de la señora.

Ese día era una de esas ocasiones, y la abuela Im insistió tanto de que se había hecho tan tarde (ya eran pasadas las diez de la noche) y que deberían quedarse a dormir que terminaron por aceptar, con la condición de obtener el permiso de la señora Jeong.

Así que terminaron las cuatro apiñadas en el cuarto de YeoJin, con el colchón tamaño matrimonial de los padres de la castaña en el suelo para que Jinsoul, Jungeun y Yerim se apretujaran y pudieran dormir las tres, mientras YeoJin estaba cómoda en su cama, usando el celular.

Auch— se quejó Jinsoul, con una mueca molesta.

— ¡Yerim deja de patear!

— ¡Me estoy acomodando! — se objetó removiéndose en la cama demasiado, haciendo que las sábanas se corrieran y Jungeun quedara con medio cuerpo destapado, lo que hizo que comenzaran a tironear por abrigo.

Jinsoul enfrentaba hacerse pequeña entre las dos, que ya habían llevado la pelea a un punto absurdo.

Yerim~~ — se quejó la pelinegra, agitando su mano en señas para que parara.

— ¡Estás molestando a mí bebé! — Jungeun soltó las sábanas, deteniendo la pelea inmediatamente, para abrazar a Jinsoul como si fuera a protegerla de un monstruo—. ¿Estás bien, Jinsoullie? ¿Te pateó muy fuerte la tipa fea esa? Dime y se las devuelvo...

— ¡Que no pateo! — se quejó Yerim—. YeoJin diles la verdad, sólo son unas quejosas, tú no te quejas de nada cuando dormimos.

— Yo no siento tus patadas, Yerim— dijo la castaña, sin quitar la vista de su celular.

— Si son novias, ¿Por qué no duermen juntas? — preguntó Jungeun, señalando a ambas.

— Ya no somos novias, Jungeun, ¿No lo recuerdas? Ahora soy tu novia y la de Jinsoul.

— Entonces ¿Por qué no vienes a dormir con nosotras?

— Porque no voy a abandonar mí cama— dijo, en tono obvio—. Pero si están muy apretadas puede venir una aquí, le hago espacio— ofreció, dejó el celular para correrse hacia un lado de la cama.

Yerim amagó a levantarse pero YeoJin la detuvo.

— Tú no, Jinsoul, que es más pequeña y no me robará sábanas.

Jinsoul hizo un puchero molesto al ser llamada pequeña, aunque sólo fue adorable a ojos de las demás.

Sin pensarlo dos veces, se levantó para subir a la cama de Im, ignorando las súplicas de su novia para que no la dejara con la rarita de Yerim.

ʟᴏᴜᴅ [LipSoul]Where stories live. Discover now