Después de terminar mal herida, eres recatada por un chico con un dragón tatuado en el cráneo, lo que no esperabas es que ese encuentro sería el inicio de una nueva vida que dejará al desnudo tu pasado y tal vez algo más.
- contenido de violencia y...
Comencé a ver esos ojos ojos negros que me miraban con preocupación, con esa mirada tan intensa que me hacia pensar que todo podría estar bien, por un momento no percibía nada mas que ese rostro...hasta que un sonido constante me sacó de mi sueño.
bip...bip...bip...bip
Comencé a reaccionar a lo que sentía mi cuerpo, los ojos me pesaban, tenia un dolo punzante en el abdomen, estaba recostada, pero ya no tenia frio, no estaba muerta.
Con pesadez pude abrir los ojos, al inicio fue difícil enfocar mi vista, pero pude distinguir a Akihiro sentado con la mitad del cuerpo recostado sobre la cama mientras me tomaba de la mano, arriba de mi tenia la frazada que me había regalado mi padre antes de morir, Akihiro sabe que es mi favorita, él también esta envuelto en la que le regaló cuando solo era un bebé.
Miré a mi alrededor y caí en conciencia en que estaba en un cuarto de hospital, la cabeza me dolía, pero poco a poco fui recuperando mis recuerdos de esa madrugada...y a ese chico que me salvo.
- Tengo que saber su nombre - solté en un susurro apenas audible, pero lo suficiente para despertar a Akihiro.
- ¡Despertaste! - dijo mientras torpemente frotaba sus ojos y me dejaba ver su gran sonrisa, tenia los ojos hinchados y rojos, había estado llorando.
- Si, no dejaré que te libres tan fácil de mi - respondí dándole una sonrisa y tratando de hacerlo reír, pues sabia que después de salir de aquí las cosas no serian realmente agradables para ninguno de los dos.
Hablé con el personal del hospital y dije que yo era la tutora legal de mi hermano (que prácticamente en todos sus registros eso decía), para que pudiera permanecer conmigo en la el cuarto, la verdad no quería que estuviera solo en casa, todo esto ocurrió en la madrugada del viernes, día que claramente faltó a la escuela, todo parecía indicar que podría salir el lunes, así que llamé para avisar que también faltaría.
No levanté ninguna clase de denuncia porque sabia que todo podría empeorar... porque si, si era posible y simplemente me dedique a hacer las llamadas que necesitaba, porque en cuanto me dieran de alta Akihiro y yo nos iríamos de esa casa. Era algo que había planeado desde hace un año, pero no me atrevía a hacerlo porque no quería abandonar a nuestra madre, pero esto había sido la gota que derramó el vaso.
El fin de semana pasó volando, pese a haber estado en cama la pasé bien con Akihiro, pero era hora de volver a la realidad.
- Recuerda mantener la herida muy limpia, cualquier cosa fuera de lo común o por alguna molestia regresa de inmediato ¿entendido? - me dijo la enfermera de recepción mientras firmaba los papeles
- Claro, muchas gracias por todo - dije mientras los dos hacíamos una reverencia para dar media vuelta y salir del hospital
Y fue cuando vi una silueta de hombre extremadamente alta que me resultaba extrañamente familiar
- ¿Draken _Kun?- preguntó Akihiro
- ¿Draken? - dije cuestionando el nombre, me resultaba realmente extraño, pero al mismo tiempo familiar
- Hola Akihiro _Kun, Yamada_Kun, me alegra ver que estas mucho mejor -
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Bueno bueno bueno...se reencontraron... pero esto apenas está tomando sabor...
estoy pensando en también iniciar un yaoi con un OC...les gustaría??
