Después de terminar mal herida, eres recatada por un chico con un dragón tatuado en el cráneo, lo que no esperabas es que ese encuentro sería el inicio de una nueva vida que dejará al desnudo tu pasado y tal vez algo más.
- contenido de violencia y...
El sol entraba por mi ventana anunciando que era hora de levantarme, pero en realidad no quería hacerlo, mi cuerpo se sentía cansado y mis parpados pesaban, estaba por volver a caer en los brazos de Morfeo cuando tocaron a la puerta de mi recamara.
- Sekai... ¿estas despierta? - era Akihiro, pero realmente aun no me quería levantar
- Nooo - respondí desde mi cama, pero claramente mi respuesta no serviría de nada porque mi hermano entró a mi cuarto entrando a las cobijas para acostarse a mi lado.
- Hermana... es tu cumpleaños -
- ¿Mio? - pregunté sin abrir los ojos y fingiendo que no lo sabía
- Jajajajaja... si, es hora de que abras tu regalo - esa frase fue la que me hizo despertar, no porque fuera una interesada, sino porque hace años que no recibía un regalo de cumpleaños y me intrigaba saber como lo había conseguido, así que me senté en mi cama y él me entregó una caja morada con un bonito moño azul celeste en la tapa, lo abrí y adentro había un muy lindo y casual vestido negro.
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- ¿Cómo lo conseguiste? - no me malentiendan, amaba el detalle, pero es un chico de 12 años, no entendía como es que lo había comprado
- Vamos, desde que entraste a la ToMan aumentaste mi dinero semanal, me he sabido administrar... además... cuando te he pedido mas dinero no me lo has negado... jejeje - lo ultimo lo dijo un poco apenado, pero a mi me hizo soltar una pequeña carcajada.
Era cierto, ahora vivíamos bastante desahogados, no quería llenarnos de lujos para poder seguir pasando desapercibidos, pero había comparado el departamento de mi ex jefa y también tenia una cuenta en el banco a nombre de mi hermano donde guardaba dinero para emergencias, un tesoro en efectivo escondido en un lugar del departamento, y claro, lo que guardaba en mi cuenta y lo que solía llevar en efectivo, cabe aclarar que nadie más que yo sabia como administraba el dinero que ganaba, ni siquiera mi hermano.
Le di un fuerte abrazo y un beso en la cabeza, luego nos empujé a los dos a la cama haciéndonos caer acostados.
- Gracias, de verdad me encantó, es muy lindo - respondí aún los dos tirados en la cama
- Me alegra que te gustara, no tienes vestidos y pensé que ese se te vería lindo - en efecto, no tengo vestidos, y las únicas faldas que uso son las de mi uniforme, así que es algo nuevo en mi guarda ropa
- ¿A donde quieres ir a comer? - le pregunté a Akihiro, quería pasar gran parte del dia con él y en la tarde casi noche tal vez vería a Draken
- Es tu cumpleaños, tu deberías elegir -
- Quiero sushi... ¿te agrada la idea? -
- ¡Siiii! -
- Excelente, hay que arreglarnos para irnos -
Después de arreglarnos salimos del departamento, claro que me puse el vestido que mi hermano me había regalado, dejé suelto mi cabello y solo lo cepillé un poco, sentía que ahora era un día especial, así que me puse un poco de maquillaje, unos aretes mas largos, el collar que me había dado Draken, unas medias de red y unas botas cortas y bajas para complementar el outfit. Al terminar me miré al espejo, me veía bastante diferente, muy pocas veces me arreglo, pero no niego que me gustaba... realmente me sentía linda.
