Después de terminar mal herida, eres recatada por un chico con un dragón tatuado en el cráneo, lo que no esperabas es que ese encuentro sería el inicio de una nueva vida que dejará al desnudo tu pasado y tal vez algo más.
- contenido de violencia y...
La noche empezaba a enfriar bastante, estábamos en invierno y no tardaba en iniciar a nevar de nuevo, antes de llegar a mi casa pasé a una tienda 24/7 para comprar unas pizzas congeladas y algunas otras cosas para cenar.
Al llegar encendí la calefacción, así que solo me coloqué una sudadera ancha y unos shorts pequeños, revisé que Akihiro estuviera bien, y me fui a la sala para ver televisión y cenar, la única luz que iluminaba el área era el del televisor encendido, cuando me senté para poder iniciar a comer tocaron a la puerta.
- quién rayos viene a esta hora - mire por la rendija de la puerta, era Draken, abrí solo lo suficiente para poder asomar mi rostro, era poco, pero pude sentir el cambio de temperaturas azotando mi cara - ¿Qué ocurre? -
-¿Puedo hablar contigo? - cubría sus brazos con sus manos y se nota a que intentaba ocultar el temblor de su cuerpo
- No... Realmente no lo sé, después de todo lo de esta noche, tu me dejaste confundido y asombrado, y cuando te fuiste quedé anonadado, y simplemente te seguí - realmente no entendí su respuesta... Pero creo que él tampoco sabe con certeza el porqué está aquí
- Pasa - me aparté y abrí la puerta para que pudiera entrar
- Cielos, gracias - después de que pasara cerré la puerta, me gire para quedar de frente a él
- ¿De que quieres hablar Draken? -
- ¿Porqué aceptaste unirte? -
- yo... - el sonido de la puerta interrumpió mi respuesta, Draken no espero ninguna reacción mía, en seguida se acercó a la puerta para ver quien era
- Es Mitsuya - sin esperar mi respuesta abrió la puerta
- ¿Qué haces aquí? - preguntó el rubio
- ¿Tu que estas haciendo aquí? - respondió el platinado
- Quien debería hacer esa pregunta soy yo, no ninguno de ustedes - dije aumentado el tono de mi voz y apartando a Draken de la entrada para permitirle el paso a Mitsuya
- ¿Qué demonios están haciendo los dos aquí? - solté ya estando frente a ellos
- Te traje la cena - dijo Mitsuya levantando una bolsa de plástico, puse los ojos en blanco y me di media vuelta poniendo las manos en mi cabeza
- No se que rayos les pasa a ustedes dos... y agradecería que me ayudaran a comprender -
- Tu pasado es tan misterioso como tu, creo que eso podría ayudar un poco - respondió Mistuya
- Entiendo eso, pero de toda la ToMan ustedes dos son los únicos que están aquí -
- ¿Por qué aceptaste unirte a la pandilla? - volvió a preguntar Draken
- Dos razones, una, me sentí amenazada por Mikey después de que descubriera esa... identidad, segunda, me drogaron hasta perder la conciencia -
- ¿Qué pasó con Black Diamond? - preguntó Mitsuya
- Vamos, todos saben esa historia -
- La que corre por las calles, pero hay versiones que aseguran que tu también estas muerta o formas parte de Black Dragon - continuó Mitsuya
- Es una historia realmente larga - respondí con cierta desesperación y tristeza
- La noche es larga, y Mistuya ya nos trajo la cena - admito que la respuesta de Draken me dio cierta gracia, solté una ligera risa, pero sentía que un nudo se formaba en mi estomago y garganta, en realidad nunca había hablado de esto con nadie, mas que con Taiju, y siempre he sentido cierta necesidad de soltarlo, mis ojos se empezaron a llenar de lagrimas, me abracé a mi misma y giré mi cuerpo
- Pondré a hervir agua para té y ramen - escuché como Mistuya se dirigía a la cocina
- Ey, tranquila, ven acá - Draken me tomó por los hombros y me sentó en el sofá , me dio un abrazo y un beso en la cabeza - Iré a ayudar a Mitsuya, ahora vuelvo -
- Draken - lo tomé por la muñeca antes de que se fuera - En mi cama, hay una cobija pequeña negra, puedes traerla por favor - no tengo ni idea de porque, pero mi voz parecía la de una niña pequeña
- Claro, ahora la traigo - la colocó sobre mis hombros y se fue a la cocina.
Después de unos minutos habían calentado la Pizza, preparado ramen instantáneo y té caliente, yo seguía medio paralizada envuelta en la cobija que me había dejado mi padre, realmente ya no sentía hambre. El sofá era solo para dos personas, así que estábamos apretados sentados ahí, yo estaba en medio de los dos, solté un gran suspiro y empecé a hablar
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Este capitulo es corto, así que lo dejo para esta noche, mañana se viene mas historia...
