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Comiendo el enorme pedazo de carne, Lisa suspiro satisfecha y Jennie se sintió llena por primera vez en su asquerosa vida.

Nunca, ni siquiera en su niñez había comido dos veces en un día, solo había una, o aveces ninguna.

Tampoco había comió carne, podía decir que le gustaba mucho, casi se sentía más vibrante.

El sol ya había bajado y la nieve ahora cubría la tierra, sería una noche helada y la piel del animal todavía estaba secándose o lo que sea que Lisa dijo que haría.

— Vas a dormir conmigo —señaló Jennie a la cama o intento de cama que tenía, Lisa asintió tranquila y la cargo en dirección a la cama— ¡O-oye! —

— ¿Qué? Dijiste que iba a dormir contigo, ya es hora de dormir —dijo apuntando al cielo— odio la nieve —

— Es linda, pero hace que me dé frío y aparte es temporada baja, todo va a estar mas caro en el pueblo y yo no tengo dinero —se quejo Jennie haciéndose bolita tratando de guardar calor, pero no era tan necesario, el cuerpo de Lisa era bastante calentito, solo se acurrucó en ella a dormir— Buenas noches Lisa —

— Buenas noches Jennie —respondió Lisa—

Minutos bastaron para que Jennie cayera dormida en el calor del cuerpo de Lisa, pero ese no fue el caso de Lisa.

La pelinegra pensaba y trataba de recordar su vida. Sin proponérselo ni nada por el estilo hizo que oro apareciera en una de sus manos.

— Dinero para Jennie —Murmuró dejándolo bajo la almohada, pero arrepintiendose al ver a Jennie removerse— para ser pobre eres bastante quisquillosa —bufo con burla dejándolo en el suelo—

Bueno, definitivamente no era humana, y como comía carne tampoco un ser de luz, así que se inclinaba más a ser una criatura considerada oscura.

— Edhem —dijo al aire soplando la vela a la distancia y todo se volviera oscuro— me llamo Edhem —se quejo tratando de dormir, era como si algo bloqueara sus pensamientos—

Sus ojos cambiaron nuevamente al no verse descubierta por ningún humano y brillaron en la oscuridad, su cuerpo relajado permitió que un par de escamas salieran de su cara alrededor de sus mejillas y ojos así como cubriendo su pecho.

Solo le causó picazón, así que después de rascarse decidió dormir, el día de mañana ayudaría a Jennie a arreglar un poco esa vida que tenía.

Se lo debía.

The dragon's fortune (Completa) Where stories live. Discover now