The dragon's fortune (Completa)

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Levantándose alterada del suelo al sentir que se ahogaba debido a su ataque de tos, Jennie miró a Lisa sentada mientras veía una esquina de la cueva.

Se veía pensativa, triste.

— Lisa, ¿donde está tu oro? —preguntó consternada buscando con desespero el material brillante, la mirada de Lisa se poso en ella tranquilamente—

— Lo intercambie —Murmuró— Lo cambie, ahora no tengo mi tesoro —dijo respirando pesadamente, se sentía vacía, todo eso por lo que había trabajado se había ido en una humana— Pero mira el lado positivo, estas viva —bufo pesadamente—

— Tú...

— Ya no necesito oro, porque te tengo a ti, tu eres mi más valiosa fortuna —dijo tranquilamente la dragona— ahora que has vuelto a la vida, vamos a volver a hacer esa unión de sangre contigo consiente —

Jennie pausadamente comenzó a trazar el círculo como Lisa le dijo y se coloco en el centro, Lisa corto su manos y le arrojó un pedazo encima tranquilamente.

Soplo su llama por el círculo y la humana observo sus ropas quemarse, un poco de su sangre comenzó a quemarse con la de Lisa, pero la dragona permanecía callada.

— Hoy realizamos esta unión de sangre para hacer de nuestras almas una sola —dijo pausadamente— para convertir a esta humana en mi igual, que viva los mismos años que yo, que disfrute la vida igual que yo, que me deje saldar mi deuda de vida con ella manteniéndose sana y fuerte, con el fin de unir nuestras almas de por vida y evitar que se vaya, hago hoy un pacto de sangre con la humana que tengo frente mio, que nuestra sangre se una, que nuestro pacto sea fructuoso y que se mantenga viva... —terminó de decir ante la mirada expectante de Jennie, la mano de la dragona creció y mientras el círculo permanecía brillante está tomó forma humana acercándose a Jennie—

Cerrando la promesa con un beso, Jennie se sorprendió, sentir el cuerpo desnudo de la otra sobre el suyo era algo muy extraño, no era indiferente, simplemente era raro.

Entonces recordó que Lisa había dicho algo sobre una unión carnal para cerrar ese trato.

Sus bocas siguieron chocando a un ritmo desesperante para Jennie, era como si una llama estuviera quemando en su interior, era salvaje la manera en que Lisa la tomaba de los muslos y abría sus piernas ¿como se supone que cerrarían el trato entre dos hembras?

En realidad no necesito pensar demasiado, el calor que sentía en su interior era propio del ritual, como una clase de afrodisíaco que ponía a los amantes en un estado de transe para cerrar las uniones de manera exitosa.

Anteriormente Lisa no lo había hecho, pero ahora que tenía a Jennie a sus disposición, simplemente la acostó sobre el círculo y se dedico a adorar su cuerpo para hundirse en ella.

Por fin sería suya completamente.