Capítulo 29 - Colapso

21 7 2
                                    

⚔️ Antes de empezar: Además de la imagen de arriba, cada capítulo tiene un audio por si lo quieren escuchar al tiempo que leen. Solo hagan swipe izquierda en cada imagen y den play al video.

—Me olvidaste por completo— la chica se dirigió a Jack lentamente —

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Me olvidaste por completo— la chica se dirigió a Jack lentamente —. No recuerdas mi voz, no recuerdas mi rostro, no recuerdas mi aroma. Por años te busqué solo para encontrar que ya no era más que un recuerdo borroso en tu mente y un nombre que pronuncias cada año para hacerte sentir menos culpable.

Solange le dirigió una mirada a Catrina, quería comunicarle discretamente "¿NECESITAS MÁS BANDERAS ROJAS? ¡AHÍ ESTÁN!" pero la atención de su amiga estaba puesta en esa chica misteriosa.

—¿Sabes qué humillante es que aún después de lo que pasé por ti, el único recuerdo que mantuviste intacto y nítido todos estos años fue el de sus ojos?— la chica miró a Catrina con resentimiento.

—¿Qué? —murmuró Solange moviendo la cabeza sin comprender. ¿El único recuerdo nitido de Jack por años fueron los ojos de Catrina? Eso no tenía sentido alguno.

—¿Aina? — murmuró Catrina insegura.

Jack volteó a verla con los ojos bien abiertos y luego al rostro de la chica que se acercaba.

Solange tiró los brazos al aire rindiéndose. ¿Cómo siquiera su amiga...? ¿Por qué ahora parecía como si Catrina estuviese en todo y supiera todo? ¿De qué se había perdido? ¿Qué demonios?

—Parece que las vergüenzas no se detienen— dijo Aina colérica, intentando mantener la calma. su voz era irritante y dolorosa, como el sonido al rasgar un pizarrón.

—Pero...— comenzó Jack, su voz se quebró — ¿cómo?

—¿Cómo? — rió ella dolorosamente —. ¿Cómo? Más bien ¿por qué? ¡¿Por qué no te preguntaste NADA acerca de mi muerte antes, hace 200 años?! ¡Yo no morí ese día, Jack! Caí del precipicio, quedé muy mal herida pero los árboles amortiguaron mi caída y mi vestido evitó que cayera al piso.
Escuché las búsquedas que hicieron para hallar mi cuerpo pero no pude reaccionar. Me encontró tres días después la misma vampiresa que te hizo, Anne. Al saber de mí, gracias a tus recuerdos, me llevó a su casa para intentar salvarme. No podía hablar, estaba febril y delirante, me dio su sangre como única solución.
El problema fue que yo pensaba que te habían asesinado y mi cuerpo se rindió pese a las magníficas propiedades de la sangre. Claro que mi cuerpo no sabía que iba a renacer.

—¿Por qué no dijiste nada? ¡Les hiciste pensar a todos que estabas muerta!

—¡Y lo estaba! Anne me tuvo cautiva porque no podía controlar mi sed alrededor de mortales, incluso intenté matarla. Naturalmente no podía contactar con mi familia, pero no todo estaba perdido, ella me contó sobre ti y mi mundo tomó sentido de nuevo.
Te visitábamos en la cueva mientras yacías inconsciente. No te podíamos tener en la casa, ya que si despertabas violentamente y bebías de mí, estarías obligado a matarme. Así es, me contó sobre el demonio, sobre por qué lo habías heredado tú y no yo.

SolangeWhere stories live. Discover now